Los científicos de las universidades que participan en el proyecto 5-100 intentaron encontrar la respuesta.
Ventajas de una nueva dieta
Desde el punto de vista de la fisiología, una persona necesita varios nutrientes que el organismo no puede sintetizar y que se consumen solo con productos de origen animal o vegetal, afirma la empleada del Departamento de Tecnologías Alimentarias y Biológicas de la Universidad Estatal de los Urales del Sur, Lina Tsirulnichenko.
"La ausencia de estos factores alimentarios puede conllevar varios trastornos de la salud, inclusive del sistema inmune y endocrino. Es necesario prestar una atención especial a la dieta de un organismo creciente cuando es sumamente importante crear todas las condiciones necesarias para que la respectiva persona sea sana en un futuro. En vista de eso, se puede hablar de aspectos negativos de la dieta vegetariana, ante todo, la vegana. Además, un paso brusco del sistema alimentario tradicional a los alternativos puede producir un nivel incrementado de estrés y respectivamente provocar diversos problemas de salud", explica la experta a Sputnik.
Según Lina Tsirulnichenko, en varios casos la dieta vegana puede recomendarse para un corto período partiendo de los indicadores personales de salud de una persona concreta para restablecer la salud.
"Es necesario recordar que existen aspectos culturales y religiosos de la alimentación en que la dieta vegetariana es el estilo de vida", subraya la experta.
Según los científicos de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos —RUDN por sus siglas en ruso—, la exclusión de los alimentos de origen animal cambia la composición química de la dieta. Ellos probaron cómo esto se refleja en el estado de varios sistemas del organismo e influye en la posibilidad de enfermarse. Los resultados de sus investigaciones están publicados en la revista científica internacional Microelementi v Medicine (Microelementos en la Medicina).
Se sabe que los vegetarianos y veganos sufren más raramente de las enfermedades del intestino grueso, incluidas las oncológicas. Según el auxiliar del Departamento de Elementología Médica del Instituto Médico de la RUDN Alexéi Gálchenko, existen varias causas de esto.
"Ante todo, los vegetarianos consumen mucho más fibras alimentarias. Estos componentes aceleran el paso de los alimentos por los intestinos. Además, no se digieren por el organismo humano y sirven de alimento a la flora intestinal. Además, el paso de los alimentos por los intestinos aceleran los iones de magnesio que están en su mayoría en los alimentos vegetales también. Cabe destacar que la deficiencia de magnesio y calcio se observa con frecuencia en los países de Europa del Norte y América del Norte", explica el experto a Sputnik.
Muchos vegetarianos y veganos señalan que tras haber renunciado a los productos de origen animal, se sienten más tranquilos. Según los científicos, esto se debe al hecho que el organismo recibe una mayor cantidad de magnesio que equilibra el funcionamiento del sistema nervioso central.
Anemia
Según los expertos, una de las desventajas de la dieta vegetariana es el riesgo de anemia. No se trata de la anemia por deficiencia de hierro. Una de las amenazas principales a la salud de los vegetarianos y veganos es la anemia megaloblástica causada por la deficiencia de vitamina B12. Los alimentos vegetales carecen casi por completo esta vitamina porque, según los científicos, las plantas no la acumulan.
Si los vegetarianos consumen una cantidad de B12 de huevos y lácteos, los veganos no pueden hacerlo. Actualmente se emprenden intentos de encontrar la vitamina В12 en los productos que consumen los veganos, pero el problema no se ha resuelto todavía.
"Los amantes de la comida mixta padecen con frecuencia la anemia megaloblástica. Esto se debe al hecho que, a diferencia de los veganos y vegetarianos, consumen una cantidad insuficiente del ácido fólico y su deficiencia conlleva una división celular anormal", informa Alexéi Gálchenko.
¿Qué pasa con la absorción del calcio?
Otro problema de los veganos y en menor medida de los vegetarianos es la disminución de la densidad ósea. Los veganos suelen consumir una menor cantidad de calcio que es el principal componente de la matriz inorgánica del hueso. Lo más importante es que el calcio se absorbe peor de la mayoría de alimentos vegetales. Los vegetarianos, al contrario, consumen muchas cantidades de calcio, aun más que quienes consumen todo tipo de comida. En tanto, el problema de disminución de la densidad ósea es pertinente para ellos también.
Según los investigadores, la causa de esto consiste en que una buena absorción del calcio en los intestinos es imposible sin otro componente importante de alimentos: la vitamina D. Esta vitamina está presente, ante todo, en el pescado y en menores cantidades en otros productos de origen animal, como hígado o huevos. Los productos vegetales contienen pocas cantidades de vitamina D.
La deficiencia de la vitamina D es típica para los países no tropicales, es una de las carencias nutricionales más frecuentes en las regiones del norte. La vitamina D puede producirse en el organismo humano a partir de la radiación ultravioleta, pero en las latitudes medias de Rusia esto no puede resolver completamente el problema.
Los resultados de la investigación llevada a cabo por los científicos de la RUDN muestran que el desequilibrio de la presencia de los micro y ultramicroelementos más importantes en los alimentos aumenta el riesgo de su deficiencia en quienes excluyen de su dieta unos u otros productos.
Los veganos consumen mucho hierro, pero el hierro en los alimentos vegetales tiene una baja biodisponibilidad y por eso se absorbe mal. La comida vegetal contiene también inhibidores de la absorción del hierro (ácido fítico). Como resultado, los veganos corren un mayor riesgo de padecer anemia por déficit de hierro en comparación con las personas que consumen comida de origen animal.
Colesterol y microelementos
Según los expertos de la RUDN, la consecuencia directa de la dieta vegetariana y especialmente la vegana es la disminución del consumo de ácidos grasos saturados y colesterol. El último se contiene casi solo en los productos de origen animal, por eso los veganos no lo consumen.
El colesterol es una sustancia indispensable para el organismo humano: regula las propiedades físicas de las membranas celulares, así como participa en la síntesis de muchas hormonas. En las personas sanas, el hígado cumple bien la función de sintetizar el colesterol hasta si está ausente en la dieta.
Una cantidad excesiva del colesterol no puede encontrar un lugar en tejidos y circula durante mucho tiempo en los vasos sanguíneos. Esto aumenta el riesgo de que las proteínas que transportan el colesterol en el torrente sanguíneo se oxiden, lo que conlleva la aterosclerosis. Posteriormente las placas de ateroma empeoran las propiedades reológicas de la sangre, lo que causa muchas enfermedades cardiovasculares.
La dieta de los veganos suele ser menos rica en calorías que la de los que consumen productos de origen animal. Como resultado, se reduce el riesgo de obesidad y diabetes tipo 2. En la prevención de diabetes, varios microelementos desempeñan un papel importante. Los alimentos vegetales son ricos en manganeso, cobre y cromo que regulan los niveles de glucosa en la sangre. Al mismo tiempo, otro elemento necesario para regular el nivel de insulina en la sangre es el zinc y se absorbe peor de los alimentos vegetales.
Actualmente, todos los grupos alimentarios de la población se someten a un alto riesgo de deficiencia de yodo, según los resultados de otra investigación. Este riesgo es mayor para los veganos y vegetarianos. Además, las propiedades de los suelos agrícolas desempeñan un papel determinado en el estatus del yodo en el organismo. Para resolver este problema, muchos países aplican medidas para prevenir la deficiencia de yodo (enriquecimiento de alimentos).
Una dieta mal pensada puede conllevar unas consecuencias desagradables tanto para los vegetarianos y veganos como para los que consumen productos de origen animal también, cree Alexéi Gálchenko.
"Elaborar una dieta es una tarea complicada, por lo que es necesario consultar con un dietista profesional", concluye.
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