Emiratos hizo historia al convertirse en el primer país del golfo Pérsico que alcanzó un acuerdo con Israel, el pasado 13 de agosto, y, desde ese momento, los rumores apuntaban a que otros seguirían sus pasos, sumándose a Egipto y Jordania, los únicos dos Estados árabes que ya lo habían hecho, en 1979 y 1994, respectivamente.
Baréin lo hizo el pasado día 11, otro "logro histórico", tal y como lo calificó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha sido el encargado de facilitar el acercamiento entre sus socios árabes del Golfo e Israel, su principal aliado en Oriente Medio, en el marco de un plan de la Casa Blanca para la región.
¿UN ACUERDO MULTILATERAL?
"Este no es un amplio acuerdo entre los países del golfo, EE.UU. e Israel", dijo a Efe la directora del proyecto "Dinámicas futuras en el Golfo" del centro de ideas británico Chatham House, Sanam Vakil.
"Hay claras diferencias y divisiones entre los países del Consejo de Cooperación del Golfo" (CCG, integrado por Arabia Saudí, EAU, Baréin, Omán, Kuwait y Catar)", señala la experta, destacando por ejemplo la postura de Kuwait, totalmente anti-israelí y muy a favor de los palestinos.
Para Vakil, la "gran victoria" para Washington sería que Arabia Saudí se sumara a los pactos, al ser el país más poderoso del Golfo y el principal aliado de EE.UU., además del referente para las demás monarquías suníes árabes e incluso para otros países musulmanes de otras regiones.
ARABIA SAUDÍ, EL GRAN INTERROGANTE
A juicio de Vakil, el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz, "está siguiendo un camino cauteloso debido a su papel como guardián de las dos mezquitas sagradas" de La Meca y Medina, los lugares más importantes para los musulmanes, seguidos por la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén Este, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.
Pero la analista cree que el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, hombre fuerte del reino, podría optar por sellar un acuerdo con Israel porque beneficiaría la postura de Riad ante Washington y también frente a Irán.
Tanto EE.UU. como Israel y los países del Golfo comparten su enemistad con Teherán, que se ha convertido en un elemento de unión entre los árabes suníes y los israelíes, después de décadas de antagonismo con el Estado judío.
Hace pocos días, Trump se refirió a Arabia Saudí en unas declaraciones a la prensa, en las que aseguró que "varios países" se van a sumar a los acuerdos de paz con Israel, incluidos "los grandes".
"Hablé con el rey de Arabia Saudí (...) acabamos de empezar el diálogo. Y ellos también van a sumarse", afirmó, según un comunicado de la Casa Blanca.
OMÁN, EL PRIMERO DE LA LISTA
Todos los dedos apuntan ahora a Omán como el siguiente país que seguirá la estela de EAU y Baréin, debido a que ya ha mantenido en los últimos años relaciones con Israel abiertamente, aunque no ha oficializado los lazos.
Mascate recibió en octubre de 2018 al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lo que sorprendió y enojó a algunos Gobiernos árabes, que en ocasiones mantienen contactos secretos con Israel y cooperación militar o comercial, pero no a tan alto nivel.
Además, el ministro de Exteriores omaní, Yusuf bin Alaui bin Abdalá, declaró en aquel entonces que "Israel es un Estado", un reconocimiento que pocos estados árabes han hecho públicamente a día de hoy debido a la causa palestina y a una opinión pública que sigue siendo mayoritariamente anti-israelí.
Un analista de Mascate, que pidió el anonimato, dijo a Efe que "Omán no va a escatimar esfuerzos para lograr la paz" en Oriente Medio, pero descartó que el sultanato vaya a sellar un acuerdo con Israel.
Según el analista omaní, que anteriormente ocupaba un cargo destacado en una institución del país, ninguna monarquía del golfo seguirá de momento los pasos de EAU y Baréin, y si Omán lo hiciera en el futuro sería "a condición del establecimiento de un Estado palestino independiente" y de otras demandas recogidas en la iniciativa de paz árabe de 2002.
El sultanato ha dado la bienvenida a sendos acuerdos con Israel por parte de Abu Dabi y Manama en línea con su postura de "respetar la soberanía y las decisiones" de los demás países, agregó el analista conocedor de la política omaní, quien afirmó que "Omán siempre dará la bienvenida a una oportunidad de paz".
Esta misma semana, Omán, junto a Baréin, EAU y Jordania, no apoyaron una declaración conjunta de los ministros de Exteriores de la Liga Árabe en la que los palestinos pedían que se incluyera el rechazo al acuerdo emiratí, tan sólo dos días antes de que se anunciara el bareiní. EFE
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