Mujeres, impuestos, suplantaciones: el pasado que incomoda a Donald Trump

  16 Mayo 2016    Leído: 368
Mujeres, impuestos, suplantaciones: el pasado que incomoda a Donald Trump
Nuevas revelaciones han puesto a la defensiva al candidato presidencial republicano
Insultos públicos a mujeres y oscuros casos de acoso sexual, tapados igual que su declaración de la renta. Un exmayordomo que amenaza al presidente Barack Obama o una suplantación de identidad. El candidato republicano Donald Trump ha tenido que ponerse a la defensiva tras una semana en la que la prensa no ha parado de sacar trapos sucios de su armario.



Que Trump no tiene empacho en despotricar públicamente contra mujeres que le cuestionan es algo que ha demostrado una y otra vez. Desde que es candidato presidencial, ha insultado a una de las moderadoras estrella de la cadena fetiche de los conservadores, Megyn Kelly, a la única mujer que aspiró a la nominación republicana, Carly Fiorina, y a la esposa de Ted Cruz, su máximo rival en la carrera presidencial, Heidi. Trump, casado con una exmodelo y que durante años ha organizado el concurso Miss Universo, se burló de algún aspecto físico de estas mujeres. Lo que ahora afirma The New York Times es que también en privado la actitud del magnate con aires de playboy hacia el sexo opuesto ha sido más que cuestionable durante décadas. No es algo nuevo: hace años que se publican historias de presuntos casos de acoso sexual y abuso verbal contra mujeres del magnate. Pero el diario neoyorquino las reúne ahora a todas en una imagen que llega a dar escalofríos. Y que muestra también la postura ultraconservadora de Trump cuando se trata de sus mujeres. Para Trump, la “mujer ideal” era su madre, que no trabajaba y que “siempre comprendía” y se acomodaba a un marido que trabajaba sin parar y que podía interrumpir cualquier plan en cualquier momento si el trabajo le reclamaba. Una paradoja es que Trump no ha dudado en colocar en altos puestos de su empresa a mujeres, incluida su entonces esposa Ivana Trump. Pero el trato con ellas, recuerda el diario, no dejó de ser condescendiente y hasta vejatorio. El propio Trump definió en 1997, en uno de sus libros, The Art of the Comeback, el papel que considera debe tener una esposa suya: “Mi gran error fue sacar a Ivana de su papel de mujer y permitirle dirigir uno de mis casinos (…) el problema era que solo quería hablar de trabajo. Nunca volveré a darle a una esposa responsabilidades en mis negocios”. La respuesta de Trump al artículo ha sido acusarlo, en un tuit, de no entrevistar a mujeres a las que ayudó y lanzar un reto: “¿Por qué no escribe el Times la verdadera historia de los Clinton y las mujeres?”

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