Un informe de las agencias de inteligencia de Estados Unidos ha llegado a la conclusión de que las autoridades de la ciudad de Wuhan, la ciudad china en la que se declaró el foco de coronavirus el año pasado, ocultaron información crucial a sus superiores en Pekín por miedo a represalias, algo que acabó agravando la crisis sanitaria.

Esta ocultación explicaría, según ese informe al que ha tenido acceso el diario «The New York Times», el dramático aumento de contagios a finales de 2019, además de la tardanza de las autoridades chinas de tomar medidas drásticas con las que intentar contener un brote que ya ha matado a más de 782.000 personas en todo el mundo.

Aun así, esas mismas agencias de inteligencia de EE.UU. mantienen que el régimen comunista chino también ocultó información de forma consciente, y se negó a cooperar con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y con otros gobiernos aun cuando ya era patente que el virus comenzaba a causar estragos en otras partes del mundo.

Maquillaje de cifras e informes
Este nuevo informe de la inteligencia norteamericana apunta a que los funcionarios comunistas en la ciudad de Wuhan, en uno de cuyos mercados se detectaron los primeros contagios, demoraron y maquillaron sus informes a los órganos centrales del régimen por el temor a que se les acusara de negligencia, algo que puede explicar la deficiente respuesta inicial de China ante la pandemia.

Lo cierto es que en China hubo 84.000 contagios y más de 4.600 muertes. En comparación, en EE.UU. ha habido ya más de 5,5 millones de infecciones y más de 171.000 fallecidos. El presidente Donald Trump ha acusado a China de ser responsable del origen de la pandemia y ha cortado toda relación de EE.UU. con la OMS por considerar a esta «una marioneta de Pekín».

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