Cualquier aficionado a la astronomía sabe que un eclipse penumbral de Luna no es precisamente un espectáculo para echar cohetes. La disminución de la luz de nuestro único satélite apenas es perceptible, nada que ver con la esfera rojiza en medio de la noche negra de un magnífico eclipse total. Sin embargo, por qué no, el fenómeno supone una buena oportunidad para observar el cielo nocturno y ser de nuevo conscientes del baile que se trae el triplete formado por la Tierra, el Sol y la Luna.
El próximo eclipse penumbral lunar sucederá durante la madrugada de mañana domingo 5 de julio y será visible desde España. Alrededor del mundo, podrá contemplarse desde África, sur y oeste de Europa, Sudamérica, sur y este de Norteamérica y el Pacífico sur.
Para verlo, tendrá que madrugar, ya que el inicio de la penumbra se producirá a las 5.07 hora peninsular española. El máximo llegará a las 6.28 y terminará a las 7.49, siendo visible en sus últimas fases en el extremo occidental de África, América y el Pacífico.
Los eclipses lunares se producen cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, bloqueando la luz de nuestra estrella. Por el contrario, cuando es la Luna la que se interpone entre la Tierra y el Sol se produce un eclipse solar.
Difíciles de observar
Como explican desde la web de AstroAfición, los eclipses penumbrales son «muy sutiles y difíciles de observar». Ocurren cuando la Luna se introduce en la zona de penumbra generada por la Tierra. En esta zona solo una parte de los rayos de luz provenientes del Sol son bloqueados por nuestro planeta. Por tanto, durante un eclipse penumbral, «la Luna no se oscurece demasiado y solo con equipos de medición, o con muy buena vista, seremos capaces de percibir un descenso en su luminosidad», señalan. Por eso, aunque no es estrictamente necesario, sí es conveniente realizar la observación con un telescopio de aficionado.
Según explica el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), la fracción de diámetro lunar inmersa en la penumbra será del 35%. Se trata del tercer eclipse penumbral de Luna de este 2020. El primero ocurrió el 10 de enero y hubo otro el 5 de junio. Ambos fueron visibles desde España. El eclipse de mañana no será el último del año, pues habrá otro el 30 de noviembre.
A este nuevo eclipse se suma el anular de Sol del pasado 21 de junio, que no fue visible en España, y el eclipse total solar que se producirá el 14 de diciembre, que tampoco se podrá ver desde nuestro país.
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