La venta de alimentos por internet ha subido coincidiendo con la pandemia y el confinamiento, una situación que marcará «un antes y un después» en la apuesta del sector del supermercado por el comercio electrónico, una vez comprobado que se trata de un canal relevante para el consumidor. Así lo ha señaló el director general de la patronal Asedas (que agrupa a Mercadona, DIA y a una decena de cadenas regionales), Ignacio García Magarzo, quien presentó esta semana un estudio que corrobora este incremento de las ventas «online», aunque la mayoría de los compradores siguen compaginando esta vía con la tienda física.
El informe, elaborado por el Observatorio para la Evolución del Comercio Electrónico en Alimentación -en el que participan Asedas, la Universidad Complutense y la Autónoma de Madrid-, apunta a que el número de consumidores que opta por internet para comprar alimentación alcanza ya el 31% de la población, en torno a siete puntos más que en la anterior edición del estudio, hace un año.
Los datos -recogidos en base a más de 4.000 entrevistas entre noviembre de 2019 y mayo de 2020 para incluir el efecto de la covid-19- revelan que el porcentaje de compradores que sólo compra este tipo de productos vía «online» ha crecido del 2,1 al 3,5%.
Además, el número de consumidores «mixtos» -que utilizan tanto internet como el canal físico- ha aumentado del 22,3% al 27,5%, mientras que aquellos que únicamente compran de forma presencial en el supermercado y no prueban la web han bajado del 77% al 69%.
Según los autores del documento, las cifras reflejan que una mayor cantidad de clientes ha probado por primera vez el súper «online» durante el confinamiento debido a las restricciones de movimiento, pero también por la mayor apuesta de los grupos de distribución por esta vía.
La radiografía del cliente que más opta por internet refleja una mayor incidencia entre los hombres, con edades comprendidas entre 25 y 55 años y también entre las rentas más altas, aunque al mismo tiempo se da el extremo contrario y los consumidores con ingresos inferiores a 500 euros -fundamentalmente estudiantes jóvenes- muestran más predisposición hacia este canal.
La doctora en Ciencias Económicas por la Complutense María Puelles ha destacado durante la presentación que los datos revelan que los alimentos frescos siguen siendo un «freno» al crecimiento del comercio electrónico.
abc
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