El Ejército y la Policía de Sudán capturaron 122 mercenarios sudaneses, incluidos ocho menores de edad, que se dirigían a Libia para unirse a las filas del general golpista Jalifa Haftar.
La operación conjunta fue realizada en diferentes partes del estado de Darfur, informó este lunes el portavoz de las Fuerzas de Apoyo Rápido de las Fuerzas Armadas, el general de brigada Jemal Jumah.
En una conferencia de prensa en la ciudad de Al-Junaynah, en el estado de Darfur del Oeste, Jumah dijo que la operación de captura se inició luego de obtener la información de inteligencia de que los jóvenes sudaneses iban a ser usados por Haftar en la guerra a cambio de dinero.
El portavoz dijo que, en el contexto del estado de emergencia del país, 72 de los detenidos serán procesados por crímenes como ataque al campo de refugiados de Katrum en Darfur, contrabando de armas, armar a menores de edad, provocación del pueblo contra el Estado, creación de disputas entre tribus y robo a mano armada. Los demás capturados serían entregados a la Policía.
En las filas del caudillo tienen lugar muchos combatientes extranjeros como mercenarios rusos, milicias sudanesas Yanyauid y rebeldes armados de Chad.
Se ha documentado que los jóvenes sudaneses, quienes se enfrentan con la inestabilidad política, las dificultades económicas y el desempleo en su país, son llevados a un campo de entrenamiento militar por tres meses en Libia con la promesa de que serán contratados como guardias de seguridad por algunas compañías con sede en los Emiratos Árabes Unidos, luego se añaden a las filas de Haftar.
Continúan los saqueos de milicias de Haftar
Este domingo, las milicias de Haftar saquearon algunos equipos de la planta de energía en el Golfo de Sidra, en la costa norte del país, informó este domingo por la noche el Centro de Prensa de la operación Burkan Al-Ghadab (Furia de Volcán), lanzada por el Gobierno libio.
Al señalar que muchos dispositivos y equipos habían sido robados, el centro dijo que las milicias de Haftar, respaldadas por mercenarios extranjeros, se llevaron el generador eléctrico, los receptores de radio, los cilindros de gas y una pantalla, en vehículos de carga para usarlos en situaciones de emergencia.
Por otro lado, en Tarhuna, otros nueve cuerpos no identificados fueron descubiertos en fosas comunes en la ciudad, anunció este domingo el presidente de la Autoridad General de Investigación e Identificación de Personas Desaparecidas de Libia, Kamal Al-Siwi.
Al-Siwi anunció que el número de cadáveres descubiertos aumentó a 19 desde que comenzaron los esfuerzos de búsqueda el 5 de junio.
Tarhuna, ubicada a unos 90 kilómetros al sur de la capital, Trípoli, era la última fortaleza en el oeste de Libia controlada por milicias leales al caudillo Haftar antes de ser recapturada a principios de junio por fuerzas aliadas al Gobierno del país.
Las autoridades libias anunciaron a principios de este mes que se están realizando esfuerzos internacionales para establecer un comité de investigación para indagar las violaciones cometidas por las milicias de Haftar, incluida la plantación de minas terrestres y la excavación de fosas comunes, así como otras violaciones en Trípoli y Tarhuna.
En este contexto, el primer ministro libio, Fayez al-Sarraj, pidió el mismo día a la Corte Penal Internacional (CPI) que envíe urgentemente un equipo para investigar los crímenes cometidos por milicias vinculadas a Haftar.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Libia, Mohammed Al-Qablawi, dijo en Twitter que Sarraj prometió brindar el apoyo necesario al equipo que se envíe y aseguró que, si estos hechos quedan en la impunidad, se alentaría a las milicias de Haftar a cometer crímenes sin precedentes como los genocidios cometidos por los nazis y los vividos en Ruanda y Bosnia y Herzegovina.
Según la declaración, Sarraj describió como crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad los ataques de las fuerzas de Haftar contra civiles, aeropuertos civiles, refugios para desplazados y el secuestro de la legisladora Seham Sergiwa en su hogar en Benghazi.
Las milicias de Haftar han retenido a Sergiwa en un lugar desconocido desde julio del año pasado.
El Gobierno libio ha sido atacado por las fuerzas de Haftar desde abril de 2019, lo que ha provocado la muerte de más de 1.000 personas en la violencia.
Esto llevó al Gobierno a lanzar la Operación Tormenta de Paz en marzo para contrarrestar los ataques a la capital.
Desde entonces, las fuerzas libias han dado grandes golpes militares a Haftar. En el último mes, por ejemplo, le quitaron el control de Trípoli y Tarhuna, así como la base aérea de Al-Watiya.
anadolu
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