Los perros de trineo aparecieron hace 9.500 años en el Siberia

  26 Junio 2020    Leído: 487
Los perros de trineo aparecieron hace 9.500 años en el Siberia

El genoma de una mandíbula de un can de una isla del Ártico muestra que ya tenía las adaptaciones al frío de los actuales.

Los perros son los mejores y más antiguos amigos del ser humano. Sin embargo, a pesar de décadas de estudio, todavía no se sabe a ciencia cierta cuándo y dónde fueron domesticados por primera vez de entre los lobos. Algunos estudios apuntan a que empezaron a hacernos compañía hace unos 15.000 años, cuando todavía cazábamos y recolectábamos. Desde entonces, han participado en actividades humanas vitales para nuestra superviviencia.

Un equipo de investigación internacional liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE), un centro mixto de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y por el Globe Institute, de la Universidad de Copenhague, ha descubierto el origen de un grupo de esos canes sin los que la vida habría sido más difícil. Se trata del antepasado de los actuales perros de trineo, que vivió hace 9.500 años, al principio del Holoceno, en el Ártico asiático. La aparición de este animal adaptado a los climas gélidos y el desarrollo de la tecnología del trineo pudieron facilitar la subsistencia humana en las duras condiciones de esta región del Ártico.

El estudio, que ocupa la portada de la revista «Science», está basado en la reconstrucción del genoma antiguo de una mandíbula de perro de hace 9.500 años encontrada en la isla de Zhokhov (Nueva Siberia, Rusia), donde también han aparecido evidencias arqueológicas de tecnología de trineos. Además, se han realizado análisis genéticos a un fósil de lobo de 30.000 años de Siberia y a diez perros de trineo actuales de Groenlandia. Al compararlos, el equipo ha encontrado una gran semejanza genética entre el fósil del perro de Zhokhov y los de trineo modernos, una raza indígena usada para la caza por los inuit en la actualidad.

Resistentes al frío
El análisis genómico ha revelado que los perros de trineo actuales muestran adaptaciones a las condiciones y la actividad en el clima ártico en sus genes similares a las observadas en el fósil del perro de Zhokov. El equipo ha identificado el gen TRPC4, involucrado en la sensibilidad a la temperatura, como ya se había observado en mamuts adaptados al frío. Otro gen muy diferenciado en los perros de trineo es el gen CACNA1A, involucrado en la adaptación a la hipoxia, con un posible papel beneficioso para la actividad física en condiciones extremas. En relación a la alimentación, se llegó a la conclusión de que ni el perro de Zhokhov ni los modernos de tiro muestran adaptaciones genéticas a una dieta rica en almidón, como sí lo hacen muchas otras razas adaptadas a las sociedades agropecuarias.

El estudio genómico también ha confirmado que los perros de tiro se cruzaron en algún momento con una población de lobos que se extinguió, pues se ha detectado un flujo genético procedente de lobos siberianos del Pleistoceno.

Correas y arneses
El equipo de investigación cruzó la información genómica con otras evidencias arqueológicas para reconstruir la historia evolutiva del perro de Zhokhov. En los últimos años, han aparecido en Siberia artefactos del paleolítico superior (hace entre 30.000 y 10.000 años) de hueso cortado, cornamenta y marfil similares a las herramientas empleadas por los inuit modernos para asegurar las correas del arnés de los perros, lo que sugiere los orígenes antiguos de los trineos. Pruebas de esta tecnología también han aparecido en Zhokhov. «La tradición del uso de perros para tirar de los trineos en desplazamientos de hasta 1.500 km apareció en el Ártico asiático», comenta Marc de Manuel, primer autor del estudio.

En conjunto, las evidencias genómicas y los restos de tecnología apuntan a que los trineos de perros supusieron una ventaja para los viajes y el transporte de larga distancia de recursos esenciales para el mantenimiento de las comunidades en el noreste del Ártico asiático al principio del Holoceno. «Los perros se adaptaron al estilo de vida de los humanos en el Ártico, y muy posiblemente fueron esenciales para llevar a cabo tareas como la cacería y el suministro de alimentos a la comunidad», comenta De Manuel.

Dado que los perros de trineo son uno de los linajes de cánidos más antiguos de los que han llegado a la actualidad, los investigadores creen que la información revelada en su genoma puede ser clave en la búsqueda del origen de los perros, aún en entredicho. «Los perros han acompañado durante milenios a los humanos. La combinación de datos genómicos con evidencias arqueológicas puede arrojar mucha luz a la historia y la evolución de los cánidos y también a su papel en las sociedades humanas más antiguas», concluye Tomàs Marquès-Bonet.

Además, los investigadores creen que este estudio podría ser de utilidad en el desarrollo de planes de conservación para los perros de trineo, actualmente en peligro de extinción.

abc


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