Las autoridades libias continúan exhumando cadáveres en las fosas comunes descubiertas en los alrededores de la ciudad de Tarhuna, a unos 90 kilómetros al sureste de la capital, Trípoli, tras la retirada de las milicias del general golpista Jalifa Haftar ante el avance del Ejército libio.
Las labores están siendo llevadas a cabo por diversos organismos de la administración libia y los trabajos se concentran en las fosas comunes descubiertas en la zona de Al Rabit.
En declaraciones al corresponsal de la Agencia Anadolu, el presidente del Comité de Medicina Forense del Ministerio de Justicia, Ilyas Mohamed al Hamruni, aseguró que hasta el momento han exhumado ocho cadáveres.
“Existen otras zonas en las que sospechamos que también hay cadáveres. Se han confirmado 11 fosas comunes en Tarhuna, pero esta cifra puede aumentar. Nos encontramos en un zona de 75 por 200 metros”, dice Hamruni.
El presidente dice que no se puede llegar a una conclusión final sobre la causa de la muerte de las víctimas hasta que no lleguen los resultados forenses.
Por su parte, Nuri al Ghali, un oficial de la Fiscalía de Trípoli, dice que los primeros indicios apuntan a que las víctimas fueron enterradas en los últimos 12 meses y asegura que los análisis para determinar el sexo, la edad y la causa de la muerte de las víctimas continúan.
“El campo de tierra en el que nos encontramos fue el resultado de una extorsión por parte de las milicias. El dueño de las tierras así lo declaró ante la Fiscalía en 2018. Algunas de las víctimas son familiares del dueño de las tierras”, explica Ghali.
El oficial libio indica que el Ministerio de Justicia está en contacto con las Naciones Unidas y que esperan la llegada de una delegación internacional que participará en las tareas de exhumación de los cadáveres.
Hasta el momento, las Naciones Unidas han confirmado el descubrimiento de un total de 11 fosas comunes en la ciudad de Tarhuna y sus alrededores.
A principios de junio, las autoridades libias descubrieron ocho fosas comunes en Tarhuna, que se utilizaba como centro de operaciones y suministro de milicias leales a Haftar, según las Naciones Unidas.
La Misión de Apoyo de la ONU en Libia (UNSMIL) calificó las fosas comunes como "aterradoras".
Más de 150 cuerpos, incluidos los de mujeres y niños, fueron exhumados de las tumbas en lo que fue la última fortaleza de Haftar en el oeste de Libia antes de su liberación.
El Gobierno libio, reconocido internacionalmente, ha sido atacado por las fuerzas de Haftar desde abril de 2019, lo cual ha ocasionado la muerte de miles de personas.
El Gobierno lanzó la Operación Tormenta de la Paz en marzo para contrarrestar los ataques a la capital y recientemente recuperó ubicaciones estratégicas, incluidas la base aérea de Al-Watiya y Tarhuna.
anadolu
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