La ciudad estadounidense de Seattle, en el estado de Washington (EEUU), pondrá fin a la llamada 'Zona de protesta ocupada de Capitol Hill', después de recientes incidentes violentos.
En una conferencia de prensa el lunes, la alcaldesa Jenny Durkan dijo que durante el día no se han generado incidentes importantes pero "es muy diferente por la noche", especialmente en las más recientes.
"Los impactos acumulativos de las reuniones y protestas y el ambiente nocturno y la violencia han llevado a circunstancias cada vez más difíciles para nuestros negocios y residentes... la seguridad ha disminuido", agregó la funcionaria.
Las afirmaciones de la alcaldesa se producen después de que el sábado pasado la policía disparara, lo que resultó en la muerte de un joven de 19 años y heridas en el brazo de otro de 17, en la zona del barrio cercana al Capitolio local.
La alcaldesa dijo que la violencia en la zona está "socavando y distrayendo el mensaje de cambio", refiriéndose a las demandas de los manifestantes para poner fin a la brutalidad policial a raíz de la muerte el pasado 25 de mayo del afroamericano George Floyd.
"Si bien creemos que las personas, las organizaciones y otras personas pueden continuar reuniéndose en Capitol Hill de manera pacífica, el desorden continuo, la violencia y los impactos en los residentes y las empresas no solo están en desacuerdo con el mensaje de justicia y equidad, no pueden continuar ocurriendo", dijo la funcionaria.
La injusticia racial ha vuelto a ponerse en primer plano en EEUU tras la muerte de Floyd, un hombre negro desarmado y esposado que murió después de ser inmovilizado y asfixiado por casi nueve minutos por un oficial de policía blanco en Minneapolis, Minnesota.
Su muerte provocó manifestaciones masivas en todo el mundo exigiendo el fin de la brutalidad y discriminación policial y una reforma significativa a la aplicación de la ley en Estados Unidos.
Destrucción de estatuas
En medio de la campaña por eliminar estatuas de reconocidos esclavistas y líderes confederados por considerarlas discriminatorias, el presidente Donald Trump trinó este martes que la destrucción de los monumentos será castigada por la ley.
“He autorizado al Gobierno Federal a arrestar a cualquier persona que vandalice o destruya cualquier monumento, estatua u otra propiedad federal en Estados Unidos con hasta 10 años de prisión, según la Ley de Preservación del Monumento al Veterano o cualquier otra ley que pueda ser pertinente”.
“Esta acción se hace efectiva de inmediato, pero también puede usarse retroactivamente para la destrucción o el vandalismo ya causado. ¡No habrá excepciones!”, aseguró en el mandatario.
El trino del presidente se da horas después de que el Museo de Historia Natural de Nueva York decidiera retirar una polémica estátua de Theodore Roosevelt, presidente de Estados Unidos entre 1901 y 1909, situada a la entrada del edificio desde 1940.
La estatua ha sido criticada por glorificar el racismo y el colonialismo, ya que muestra a Roosevelt montado a caballo y, a cada lado, una persona afroamericana y un nativo americano de pie.
anadolu
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