Por qué Apple va a divorciarse de Intel en sus ordenadores

  22 Junio 2020    Leído: 662
Por qué Apple va a divorciarse de Intel en sus ordenadores

El gigante de la tecnología, que celebra este lunes su conferencia para desarrolladores WWDC, prepara un cambio de rumbo para fabricar sus propios chips en los Mac como ya sucede en los iPhone y los iPad: el impacto al consumidor puede ser mayor de lo que se cree.

La hora del que será uno de los divorcios tecnológicos más sonados de los últimos años podría haber llegado ya. Dentro de apenas unas horas, en efecto, Apple inaugurará la 31 edición de su conferencia anual de desarrolladores (WWDC 2020) y todo apunta a que hará público el abandono definitivo de Intel, que desde 2015 es el fabricante y el proveedor exclusivo de los procesadores de los Mac.

Si la ruptura se produce, a partir de ahora los de Cupertino diseñarán los los microprocsadores de todos sus ordenadores, algo que por otra parte ya hacen con los iPhone y los iPad. La fabricación, como ya sucede con los «SoCs» -sistema en chips- de los móviles y los tablets, correría por cuenta de la asiática TSMC.

No se trata, por supuesto, de un capricho. La posibilidad se llevaba barajando desde hace por lo menos dos años, y fue ganando fuerza a medida que Intel se mantenía anclada a la tecnología de fabricación de 14 nanómetros mientras que otros fabricantes, entre ellos Samsung o la propia TSMC, pasaban a los 10 nanómetros y anunciaban incluso la próxima disponibilidad de procesadores de 5, 4 y hasta 3 nanómetros.

Ya se sabe, en el mundo de la tecnología, en el que los dispositivos son cada vez más pequeños, un procesador más potente y que ocupe menos espacio resulta fundamental. Y con unos ordenadores cada vez más sofisticados y poderosos, Apple no podía permitir verse limitado por el «parón» de los procesadores de la firma de Santa Clara.

Se trataría, pues, de la tercera transición de Apple (que pasó primero de Motorola a Power PC, y de Power PC a Intel) y también de la decisión más importante de la compañía desde la llegada de Tim Cook. Según fuentes próximas a la firma de la manzana, los nuevos procesadores, con arquitectura ARM, fabricación de 5 nanómetros y probablemente basados en el A14, el procesador que montará el próximo iPhone, serán más eficientes y rápidos que cualquiera de los actuales.

Y ya se rumorea que podrían ser «intercambiables» y aplicarse, también, a las próximas generaciones de iPhone e iPad, con lo que la convergencia entre todos los dispositivos de la marca y sus plataformas sería total. En sus más de tres décadas de historia, ésta sería la primera vez que Apple dejara de depender de terceros para el desarrollo de sus ordenadores portátiles y de sobremesa.

En todo caso, nadie espera que junto al anuncio de la ruptura con Intel, si es que llega a producirse, Apple presente también equipos con el nuevo procesador, ni tampoco una versión de su sistema operativo MacOS adaptada al nuevo chip. Se necesita tiempo para que los cerca de 23 millones de desarrolladores con los que cuenta la compañía adapten sus programas y aplicaciones a los nuevos parámetros. Y no sería lógico poner en el mercado equipos con el nuevo chip sin el respaldo de un buen número de aplicaciones ya probadas y funcionando sin problemas. Lo más probable es que no veamos ordenadores con los nuevos chips hasta bien entrado el próximo año.

La conferencia más extraña de la historia
Noticias bomba aparte, esta será sin duda la más extraña de las 31 conferencias de desarrolladores celebradas hasta ahora por Apple, ya que se tendrá lugar de forma virtual. Según ya anunció Phil Shiller, vicepresidente de Márketing Global de Apple, «la situación sanitaria actual ha requerido que creemos un nuevo formato de WWDC 2020 que ofrezca un programa completo con un discurso de apertura y sesiones en línea, ofreciendo una gran experiencia de aprendizaje para toda nuestra comunidad de desarrolladores, en todo el mundo».

Existe una gran expectación por ver cómo Apple ha organizado este año las habituales sesiones de trabajo y talleres de todo tipo con sus 23 millones de desarrolladores. Y un detalle: la compañía ha donado un millón de dólares a las organizaciones locales de San José, la localidad donde se suele celebrar la conferencia, para paliar parte de las pérdidas que supondrá el hacerla virtual.

Lo que se espera de la Keynote
Aunque este año, como se ha dicho la expectación estará centrada en la ruptura con Intel, parece claro que podremos ver en detalle las nuevas versiones de los cinco sistemas operativos de Apple: iOS 14 (para iPhone), iPadOS (iPad), WatchOS 7 (Apple Watch), MacOS 10.16 (Mac) y tvOS (Apple TV). Los rumores hablan de nuevas posibilidades de personalización para los iPhone (¿será compatible con el Apple Pencil?) y de importantes novedades en el sistema operativo específico para los iPad. Los relojes inteligentes, por su parte, podrían incluir nuevas funciones de Salud, como la posibilidad de medir el nivel de oxígeno en sangre. Y no cabe duda de que veremos nuevas funcionalidades para los Mac y los dispositivos Apple TV.

En cuanto a la posibilidad de ver nuevo hardware, la cosa no es segura. No en todas las ediciones de la WWDC, en efecto, la marca de la manzana muestra nuevos dispositivos. Aún así, es posible que Apple se decida a presentar, por fin, un nuevo diseño para sus iMac, que no han cambiado de aspecto durante los últimos ocho años. E incluso se habla de que podrían presentarse los nuevos AirPods Studio, unos novedosos auriculares inalámbricos de diadema que, según los rumores, serían capaces de saber cuándo los llevamos puestos y cuándo apoyados sobre el cuello, en cuyo caso detendrían de inmediato la reproducción, como ya hacen los AirPods actuales.

Además, los auriculares serían capaces también de distinguir la oreja izquierda de la derecha, de modo que daría igual cómo nos los ponemos. Posibles divorcios, pues, además de nuevos sistemas operativos y mucha, mucha tecnología. Solo faltan unas horas para salir de dudas...


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