Derriban en Los Ángeles la segunda estatua de fray Junípero en dos días

  22 Junio 2020    Leído: 444
Derriban en Los Ángeles la segunda estatua de fray Junípero en dos días

El Arzobispo de San Francisco lamenta los ataques al santo, vilipendiado ahora por grupos indigenistas.

Fray Junípero Serra volvió a caer el sábado. Tras el derribo el viernes de su estatua en San Francisco, una muchedumbre en Los Ángeles rodeó otra escultura en un parque del centro de la mayor ciudad de California, le colgó una soga en el cuello y lo tiró de su pedestal por la fuerza. La turba aplaudió profusamente cuando el fraile cayó al suelo, la cruz que llevaba en su mano derecha cercenada. El ayuntamiento de Ventura, otra ciudad californiana cuya misión fundó fray Junípero, ya ha anunciado que por demanda popular va a quitar la estatua que tiene en el consistorio local.

A Cristóbal Colón le defienden los italianos porque nació en Génova y a fray Junípero de momento quien más le defiende es la Iglesia Católica, que ha condenado muy enérgicamente estos derribos. El arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone —italoamericano también— dijo el sábado que «un nuevo movimiento nacional para curar heridas y remediar las injusticias del racismo y la brutalidad policial se ha visto secuestrado por la violencia, los saqueos y el vandalismo». Añade el arzobispo que el derribo de las estatuas de fray Junípero equivale a obedecer al «gobierno de una turba».

No ha habido estos días mayor defensa del santo franciscano nacido en Mallorca que las palabras del arzobispo de San Francisco, quien ha querido recordar a los manifestantes que Serra «hizo sacrificios heroicos para proteger a los pueblos indígenas de California de los conquistadores españoles, especialmente de los soldados. Incluso con una pierna enferma que le provocaba mucho dolor, caminó hasta la Ciudad de México para obtener facultades especiales de gobierno del virrey de España para disciplinar a los militares que estaban abusando de los indios».

Consciente de ese legado, cuando visitó Washington en 2015, el Papa Francisco acudió al Capitolio y pidió visitar la sala circular bajo la Cúpula. Allí, rodeado de la plana mayor demócrata y republicana del poder legislativo, el pontífice rezó por la memoria de Junípero ante la estatua del propio santo, colocada en ese lugar en 1931. En aquel momento murió —hasta ahora, claro— una iniciativa para retirar esa estatua y cambiarla por la Sally Ride, la primera mujer americana en viajar al espacio.

Acompañaba al Papa en aquel día de oración la demócrata Nancy Pelosi, que hoy es presidenta de la Cámara de Representantes y de quien depende en gran parte el futuro de la estatua del fraile. Es en su estado, California, donde han caído las dos estatuas en parques públicos y donde su partido aceptó la semana pasada retirar una estatua de Colón y la Reina Isabel la Católica del Capitolio de Sacramento, sin que ella, que es italoamericana y católica, lo impidiera.

abc


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