En medio de la crisis por la pandemia global de coronavirus, hay una grave escasez de suministros médicos, en particular de aparatos de ventilación mecánica, en los hospitales de la capital de Irak, Bagdad, por lo que los diagnosticados, especialmente los mayores de 50 años, tienen altas probabilidades de morir.
Por esta situación, a muchos pacientes se les niega el tratamiento en los hospitales, mientras que los médicos les sugieren que permanezcan en casa y lleven a cabo ellos mismos su tratamiento con varios medicamentos.
También hay muchos infectados con coronavirus entre el personal médico. Hace dos días, un oftalmólogo del Hospital Ibn Sina en Bagdad murió debido al virus.
Las fuerzas de seguridad iraquíes no permiten que se tomen fotografías de las multitudes que se forman frente a los hospitales para hacerse pruebas de COVID-19.
Por otro lado, los iraquíes dudan de la realidad de los datos de casos y muertes diarias por el virus publicados por el Ministerio de Salud y les preocupa que los números reales sean mucho más altos.
“Llevé a mi padre diabético y mi madre hipertensa al hospital para una prueba de coronavirus. Me sorprendió el hecho de que los pacientes, literalmente, están siendo expulsados de los hospitales debido a la falta de suministros e infraestructura”, le dijo un ciudadano iraquí, Ali Yasim, a la Agencia Anadolu.
Yasim afirmó que los hospitales no hacen pruebas diagnosticas debido a la gran cantidad de pacientes.
"Los pacientes son enviados a casa e intentan tratarse ellos mismos con medicamentos como analgésicos. Es difícil que sobrevivan los pacientes mayores de 50 años y con enfermedades crónicas", dijo.
Un video publicado en las redes sociales muestra cómo sufren los pacientes con coronavirus debido a la falta de personal médico y máquinas de ventilación en un hospital en la gobernación de Mesena.
Por otra parte, los cuerpos de los fallecidos por coronavirus en la capital y las ciudades del sur son enterrados en el desierto de la ciudad de Nayáf, en lugar de los cementerios. Los trabajos de entierro se llevan a cabo por un grupo de no más de 10 voluntarios.
Según los últimos datos del Ministerio de Salud iraquí, 20.209 personas han sido diagnosticadas en el país y 607 han muerto debido al virus.
anadolu
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