Mientras bajaba la intensidad de las protestas por la muerte de George Floyd, la ira estalló nuevamente el sábado en Estados Unidos por el tiroteo que causó la muerte de otro hombre negro.

Un oficial de policía de Atlanta disparó y mató a Rayshard Brooks, de 27 años, en un restaurante de comida rápida Wendy's el viernes por la noche.

Brooks tuvo problemas con los oficiales que respondieron a las quejas de que el hombre estaba durmiendo en la zona de entregas a carros del restaurante, según un comunicado de la Oficina de Investigación de Georgia.

Un oficial sacó su taser, pero Brooks se lo arrebató, luego de esto, un policía le disparó.

Las multitudes comenzaron a reunirse en el sitio alrededor del mediodía del sábado, pero por la noche una multitud masiva se acumuló cerca de la Interestatal 75/85, lo que interrumpió el tráfico. Las imágenes en redes sociales mostraron autos respaldando las protestas.

Los manifestantes prendieron fuego al Wendy's donde Brooks fue asesinado. Los informes locales señalaron que un grupo también incendió vehículos cerca del restaurante de comida rápida.

La alcaldesa Keisha Lance Bottoms anunció que la jefa de policía de Atlanta, Erika Shields, renunció voluntariamente al departamento.

Bottoms pidió una “destitución inmediata” del oficial que mató a Brooks.

“La jefe Shields ofreció apartarse inmediatamente como jefe de policía para que la ciudad pueda avanzar con urgencia hacia la reconstrucción de la confianza que tan desesperadamente se necesita en todas nuestras comunidades", declaró la alcaldesa.

Después, Shields también publicó un comunicado el sábado por la noche en el que sostuvo que “debido a un amor profundo y permanente por esta ciudad y este departamento”, se ofreció a retirarse de su puesto y del departamento en el que había trabajado durante más de dos décadas.

El país ha sido escenario durante más de dos semanas de protestas en respuesta a la muerte de Floyd el 25 de mayo en Minneapolis, Minnesota.

El afroamericano murió bajo custodia policial después de que un oficial de policía blanco, Derek Chauvin, se arrodilló en su cuello mientras lo inmovilizaba en el suelo durante 8 minutos y 46 segundos. El oficial despedido mantuvo su posición incluso después de que Floyd pareció perder el conocimiento.

Chauvin fue acusado de homicidio en segundo grado y homicidio involuntario y los otros tres oficiales en la escena han sido acusados ​​de ayudar e instigar.

anadolu

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