El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha acusado a los demócratas de querer destruir el sistema policial del país, en alusión a las reformas que están emprendiendo a nivel legislativo. Entre otras cuestiones, figura un proyecto de ley denominado 'Justicia en la Policía', que surgió a raíz de la muerte bajo custodia policial de George Floyd y que busca restringir los poderes de los agentes.
Varios estados y ciudades ya han aprobado sus propias medidas al respecto. En el estado de Nueva York destaca la prohibición de realizar llaves asfixiantes a los detenidos y la eliminación de la ley que restringía el acceso a los antecedentes de los policías. Asimismo, en el estado de Iowa también se ha vetado la técnica del estrangulamiento en las detenciones.
A raíz de las manifestaciones en contra del racismo y uso de la fuerza contra personas afrodescendientes, el consejo municipal de Minneapolis se pronunció a favor de cambiar el sistema policial creando un modelo de seguridad dirigido por la comunidad.
Travis Yates, un comandante de Policía de EE.UU., cree que el hecho de retirar fondos a la Institución no puede tomarse de una forma emocional. "Hay mucha tensión aquí, en EE. UU., por el caso de Floyd, obviamente, y los disturbios que hemos visto. Fue algo horrible. Pero esa es una decisión muy, muy importante", agrego.
Asimismo, el agente argumenta que aún se necesita personal para investigar los crímenes, las violaciones y los robos, entre otros delitos, que se suceden en muchas ciudades. "Por tanto tiene que haber algún tipo de presencia policial", concluyó.
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