Por primera vez en casi tres años, tres portaaviones estadounidenses patrullan desde este jueves de forma simultánea en las aguas de la región del Indo-Pacífico, en una demostración de fuerza naval que coincide con un momento de creciente tensión entre Washington y Pekín.
El USS Theodore Roosevelt y su grupo de ataque están operando en el mar de Filipinas, cerca de Guam, donde el portaaviones permaneció casi dos meses atracado en una base por un brote de coronavirus a bordo. El grupo de ataque USS Nimitz se encuentra en el Pacífico frente a la costa oeste de EE.UU, mientras que el USS Ronald Reagan ha zarpado de su base en Japón y está actualmente en el mar de Filipinas. Los tres buques de guerra están acompañados por cruceros de la Armada, destructores, aviones de combate y otras aeronaves.
Su inusual aparición simultánea se produce mientras Washington intensifica sus críticas contra Pekín por su deficiente respuesta al brote de coronavirus, sus esfuerzos por imponer un mayor control sobre Hong Kong y su campaña para militarizar islas artificiales en el mar de la China Meridional.
"Estar presente para ganar"
En declaraciones a la agencia Associated Press sobre estos despliegues, el contraalmirante Stephen Koehler, director de operaciones del Comando Indo-Pacífico de EE.UU., acusó a Pekín de construir "lenta y metódicamente" puestos militares de avanzada en el mar de la China Meridional y de colocar sistemas de misiles y de guerra electrónica en sus islotes.
En este contexto, Koehler declaró que la capacidad de EE.UU. de "estar presente de manera fuerte es parte de la competencia", al tiempo que subrayó la necesidad de "estar presente para ganar cuando se compite". Asimismo, calificó los portaaviones y sus grupos de ataque de "símbolos extraordinarios del poder naval estadounidense" y se mostró entusiasmado de tener tres de ellos en este momento.
Bonnie Glaser, directora del Proyecto China Power en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, está segura de que China verá este paso como "un ejemplo de las provocaciones estadounidenses" y una prueba de que Washington es "una fuente de inestabilidad en la región". La experta destaca que ha habido "algunos indicios en los informes chinos de que EE.UU. fue golpeado con fuerza por covid-19", y que su preparación militar es baja, por lo que la medida actual podría ser un intento por parte de Washington de "indicar a China que no debe calcular mal".
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