"Dada la evolución favorable de la situación sanitaria en Francia y Europa y de conformidad con las recomendaciones presentadas ayer por la Comisión Europea, Francia levantará a partir de las 00.00 del 15 de junio el conjunto de las restricciones de circulación en sus fronteras europeas internas –terrestres, aéreas y marítimas– puestas en marcha para luchar contra la pandemia de COVID-19", dice el texto firmado por el canciller Jean-Yves Le Drian y el titular del Interior Christophe Castaner.

Se precisa que las restricciones de circulación se levantan para viajeros de los "Estados miembros de la Unión Europea, así como Andorra, Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, San Marino, Suiza y el Vaticano".

Sin embargo, "por reciprocidad, se seguirán aplicando restricciones en las fronteras con España y el Reino Unido", subraya el comunicado.

"España ha optado por mantener sus restricciones de tráfico por el COVID-19 hasta el 21 de junio, así como el requisito de catorce días para los pasajeros aéreos de países europeos. Por acuerdo con las autoridades españolas, Francia mantendrá las restricciones vigentes hasta el 21 de junio. Hasta esa fecha, los pasajeros aéreos de España serán invitados a realizar una cuarentena de catorce días a su llegada a Francia", explica la nota.
En cuanto al Reino Unido, se señala que a partir del próximo lunes los viajeros procedentes de este país "ya no estarán sujetos a las restricciones de entrada vinculadas a la lucha contra COVID-19", pero deberán, hasta nuevo aviso, observar una cuarentena de dos semanas a su llegada a Francia.

Por otro lado, a partir del próximo 1 de julio, el país galo también procederá a una "apertura gradual" de sus fronteras exteriores conforme a las recomendaciones de Bruselas, indica el documento.

"Esta apertura se llevará a cabo de forma progresiva y diferenciada de acuerdo con la situación sanitaria de diferentes terceros países, y de conformidad con los procedimientos que se habrán adoptado a nivel europeo para entonces", puntualiza.

Al mismo tiempo, asegura que Francia facilitará la entrada de estudiantes internacionales, "sea cual sea su país de origen", y que sus solicitudes de visado y permiso de residencia "tendrán prioridad".

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