Hong Kong acusó a Taiwán y Estados Unidos de avivar las protestas antigubernamentales en la región administrativa especial, informaron el miércoles medios locales.

El jefe de seguridad de Hong Kong, John Lee Ka-chiu, argumentó que Taiwán y Estados Unidos “desempeñaron un papel en la evolución del movimiento antigubernamental”.

La región semiautónoma fue escenario de protestas masivas a favor de la democracia por los planes que habrían permitido la extradición de personas de Hong Kong a China continental. El proyecto de ley ahora retirado fue presentado por la directora ejecutiva Carrie Lam.

Hong Kong, que alguna vez fue una colonia británica, regresó a manos de China en 1997 bajo el principio de “un país, dos sistemas”.

Mientras tanto, Estados Unidos aprobó en noviembre pasado la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong, que permite sanciones económicas en la región.

“La legislación [de Estados Unidos] iba contra el derecho internacional y equivalía a una interferencia total en los asuntos internos de Hong Kong”, escribió el diario South China Morning Post citando a Lee. “Y, por supuesto, todas las protestas ocurrieron durante las elecciones [presidenciales] de Taiwán. Entonces, hay interferencia de fuerzas externas durante los meses hostiles [de las protestas] y creo que podemos ver eso”.

El proyecto de ley de extradición fue presentado luego del problema de extradición de Chan Tong-kai, un residente de Hong Kong buscado en Taiwán por matar a su novia embarazada.

“Sin este proyecto de ley, un caso de asesinato como este no se resolvería. Necesitamos a alguien con sabiduría suprema para responder a ese problema”, dijo Lee, en el primer aniversario de las protestas masivas contra la controvertida legislación propuesta.

“He reflexionado sobre mi desempeño general. La introducción de la Ordenanza sobre delincuentes fugitivos fue por justicia. Estaba haciendo lo que creía correcto: detener la violencia, las actividades ilegales y las amenazas que enfrenta la sociedad”.

Hong Kong implementó medidas severas contra los manifestantes e incluso prohibió las máscaras para identificar a los involucrados en las manifestaciones.

El informe menciona que casi 9.000 personas fueron arrestadas en Hong Kong entre junio de 2019 y mayo de 2020 por presuntos delitos, incluidos disturbios e incendios provocados.

La declaración del jefe de seguridad de Hong Kong se produjo después de que la Asamblea Popular Nacional de China, el principal órgano legislativo del país, aprobara formalmente la legislación de seguridad de Hong Kong el mes pasado. Los activistas temen que Pekín lo use para sofocar la disidencia en el territorio.

Lee alegó que la “intromisión” de Estados Unidos y Taiwán “definitivamente” alteró el curso de la movilización antigubernamental.

“Las protestas a gran escala necesitan recursos, dinero y planificación”, sostuvo el jefe de seguridad. “Hemos estado viendo a la defensa de la independencia de Hong Kong. Últimamente hemos estado viendo las implicaciones de la interferencia extranjera en los asuntos de Hong Kong”.

anadolu

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