Italia reportó este miércoles 71 muertes nuevas por coronavirus, con lo que la cifra total se eleva a 34.114, mientras la Fiscalía investiga posibles fallas en el manejo de la pandemia por parte del Gobierno.

La tendencia a la baja en el número de muertes del mes pasado ha continuado en los primeros días de junio, lo que parece confirmar que la peor parte de la pandemia ya pasó.

El número de casos activos descendió este miércoles, para un total de 31.710, después de que 1.162 personas más se recuperaran.

La región de Lombardía, en el norte del país, sigue siendo el lugar más afectado por el brote en el país. El número de muertos en la región ascendió a 16.349, casi la mitad de los muertos totales de Italia.

Este miércoles, decenas de familiares de víctimas relacionas con el coronavirus presentaron 50 quejas a la Fiscalía en la ciudad de Bérgamo, al norte del país, que denunciaron graves fallas de los políticos locales y de los funcionarios de salud en el manejo de la pandemia.

Los fiscales de Bérgamo, que ya están investigando el fallido cierre de dos focos de infección en las primeras etapas del brote, interrogarán al primer ministro italiano Giuseppe Conte y a otros dos ministros de su gabinete como testigos en el caso.

El Gobierno liderado por Conte lucha por establecer un plan a largo plazo y solucionar los problemas previamente existentes del país, que se han agravado como consecuencia de la pandemia.

Para ese propósito, Conte convocó a una reunión con todos los partidos de oposición, sindicatos laborales y representantes empresariales. Estas reuniones empezarían el viernes y se extenderían durante varios días.

Se espera que en los encuentros se discutan varias propuestas planteadas después de dos meses de funcionamiento de un grupo de trabajo especial liderado por Vittorio Colao.

El plan sugiere medidas para reabrir empresas y reactivar el empleo en sectores de infraestructura, administración pública, cultura y turismo.

Sin embargo, las propuestas de los expertos han tenido una recepción tibia por parte de los partidos en la coalición gobernante, mientras que los partidos de oposición consideran boicotear la reunión.

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