Italia informó el domingo 53 muertes más por el coronavirus, lo que elevó el número de muertos a 33.899, a medida que más regiones del país no registraron nuevos casos de infección.
La tendencia a la desaceleración de las muertes observadas el mes pasado continuó en la primera semana de junio, lo que confirmó que el pico de la crisis quedó atrás.
El recuento de infecciones activas volvió a caer el domingo, en 615, para ubicarse en 35.262.
Mientras tanto, las recuperaciones continuaron aumentando para llegar a 165.837, a medida que más pacientes abandonaron los cuidados intensivos.
Algunas de las áreas que fueron las primeras en registrar casos de coronavirus, como la región norte del Véneto, no registraron nuevos casos o brotes de infección.
Veneto, que tuvo que luchar contra el primer brote de COVID-19 a fines de febrero, informó por primera vez el domingo cero muertes y ningún contagio.
Sin embargo, la situación en la región del norte de Lombardía, la más afectada a nivel nacional, sigue siendo preocupante. En la región, el número de muertes aumentó a 16.270, aproximadamente la mitad de la cifra nacional.
El sábado, el Ministerio de Salud de Italia y el Instituto Superior de Salud (ISS) presentaron un nuevo informe centrado en la semana del 25 al 31 de mayo, que mostró resultados positivos en términos de tasas de contagio.
Los datos, sin embargo, también mostraron que todavía hay "grupos activos de contagio" en todo el país, lo que significa que la epidemia de COVID-19 aún no ha terminado.
El comisionado especial para la emergencia del coronavirus, Domenico Arcuri, aseguró que la pandemia terminará solo cuando se desarrolle una vacuna en dosis suficientes.
"No debemos olvidar esta emergencia. Si somos irresponsables, puede haber un repunte en los contagios", explicó Arcuri en una entrevista televisiva.
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