El viernes se puso punto final a los diez días de luto oficial decretados por el Gobierno, sin conocerse la cifra exacta de fallecidos a causa del coronavirus en España. El dato oficial de Sanidad, 27.135 víctimas mortales hasta ayer, carece de credibilidad a estas alturas, como se refleja en el último barómetro de ABC/GAD3. Siete de cada diez ciudadanos creen que falta rigor y transparencia en el Gobierno de Sánchez al informar del número de fallecidos por Covid-19.

«No creo que sea sensato pregonar que tenemos 43.000 fallecidos con coronavirus», aseguró el director del Centro de Coordinación, Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón. A su juicio, el saldo de muertes en España, pendiente de que se actualice la serie histórica, puede estar entre los 28.000 y los 29.000. En todo caso, el exceso de muertes que refleja el INE en España entre marzo y mayo, respecto a la media de fallecimientos de los últimos 20 años, puede deberse, a su juicio, a muertes por Covid-19 sin diagnóstico, o personas que murieron por otras razones, con hospitales dedicados plenamente a la pandemia.

En cualquier caso, la confusión sobre el número de fallecidos es absoluta y desde Sanidad son incapaces hoy por hoy de dar por bueno su dato oficial. En esta situación, solo el 19,2 por ciento de los ciudadanos creen que el Gobierno está siendo riguroso y transparente en la información sobre el número de fallecidos, mientras que un 70,8 por ciento sostienen lo contrario.

Al Gobierno de Sánchez no le creen ni los votantes socialistas en este asunto. Solo el 25 por ciento defienden el rigor y la transparencia de sanidad en relación con el número de fallecidos, mientras que un 60 por ciento ven confusión y oscurantismo. Como se está comprobando a lo largo de toda la pandemia, los principales defensores de la gestión del Ejecutivo, sea el tema que sea, son los votantes de Unidas Podemos. En este caso también, con matices: hasta un 42 por ciento creen que sí está siendo transparente, aunque hay un 54 por ciento que piensan que en este punto no lo es. En el centro-derecha hay mucha mayor exigencia de transparencia: solo el 7 por ciento de los votantes del PP, el 13 por ciento de los electores de Ciudadanos y literalmente el cero por ciento de los de Vox aseguran que el Gobierno actúa bien ante la cifra de fallecidos por coronavirus.

Bronca en el Parlamento
La polémica sobre la confusión que rodea al número de fallecidos en la pandemia estuvo muy presente en el último Pleno del Congreso, donde se aprobó la sexta y última prórroga del estado de alarma. En aquel debate, el jefe de la oposición afeó a Sánchez que el Gobierno no haya sido capaz de ofrecer la cifra real de muertos: «¿Cómo es posible que según el Instituto Carlos III haya 43.000 víctimas, o según las funerarias 44.000 y usted solo reconozca 28.000? ¿Usted que llamaba indecente a sus adversarios, le parece decente ocultar a los muertos y sus familias para esconder su incompetencia?», preguntó a Sánchez.

Aquel Pleno fue especialmente bronco, con durísimas acusaciones de un lado a otro del hemiciclo. Muchos ciudadanos vieron perplejos los ataques que se dirigían entre unos y otros, y ese malestar queda reflejado en este barómetro de GAD3.

La tensión política produce cada vez más rechazo entre la mayoría de los ciudadanos. Ocho de cada diez encuestados aseguran que la crispación política que se ha visto estos días en el Parlamento, con motivo del debate sobre la prórroga del estado de alarma, y debido también a la crisis abierta por el ministro del Interior tras la destitución del coronel Pérez de los Cobos en la Guardia Civil, es «muy preocupante». Según el último barómetro de ABC/GAD3, apenas el 11,6 por ciento de los españoles piensa que no es para tanto y ese enfrentamiento político no es motivo de inquietud.

Los votantes más preocupados por los niveles de «crispación» política que se están alcanzando en estas semanas del estado de alarma son los de centro-derecha. El 91 por ciento de los electores del PP, el 92 por ciento de los de Vox y el 97 por ciento de los votantes de Ciudadanos consideran «muy preocupante» la tensión política que se está viviendo. En la izquierda también lo ven con inquietud, pero algo menos: el 80 por ciento de los electores socialistas y el 78 por ciento de los que votaron a Unidas Podemos se declaran también preocupados por la «crispación».

Castigos más duros
En el barómetro se comprueba además que todos los votantes piden castigos más duros para quienes estos días protagonicen conductas irresponsables, en relación con el coronavirus y la desescalada. Tres de cada cuatro españoles reclaman que se tomen medidas más contundentes cuando no se cumplan las normas durante estas semanas previas a lo que el Gobierno ha bautizado como «nueva normalidad». Los votantes del PP y los de Ciudadanos son los que más exigen esa dureza en el castigo: un 83 por ciento. La mayoría de los electores de Unidas Podemos también piden medidas contundentes contra las conductas irresponsables, pero se quedan en el 68 por ciento.

Los ciudadanos van ganando en optimismo cada semana que pasa. Dos tercios (el 65,6 por ciento) están convencidos de que lo peor de la pandemia ya ha pasado, aunque sigue habiendo un 16,6 por ciento que creen que el momento más crítico está por llegar, y se producirá dentro de tres meses y antes de seis. Un tercio creen que la semana que viene se reducirá el número de infectados.

abc

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