El Pentágono ha prohibido a los soldados desplegados en torno a la Casa Blanca, rodeada esta de un fuerte perímetro de seguridad, el uso de armas de fuego o munición si intervienen o cargan contra los disturbios que se han declarado en la capital desde el domingo pasado, con incendios y saqueos. Lo hace a un día de una multitudinaria manifestación contra el racismo que partirá el sábado del Capitolio.
El Departamento de Defensa, dirigido por el secretario (ministro) Mark Esper, ha tomado la decisión sin consultar previamente a la Casa Blanca, que fue la que inicialmente ordenó el despliegue militar con hasta 2.000 soldados, 1.200 de la Guardia Nacional del distrito federal de la capital, y el resto de otros puntos del país. En todo el país hay listos para ser desplegados 5.000 reservistas.
Donald Trump específicamente había alentado a la Guardia Nacional a armarse, y en Twitter llegó a amenazar con que «cuando empiezan los saqueos, comienzan los disparos». La red social etiquetó ese mensaje porque «alienta a la violencia». En una carga el lunes, los antidisturbios emplearon gas pimienta, granadas aturdidas y balas de goma para desalojar la plaza frente a la Casa Blanca.
El jueves, el secretario Esper dijo en una rueda de prensa que no cree que sea necesaria una mayor movilización de las fuerzas armadas para ahogar disturbios, algo que pareció contradecir al presidente. Aun así, el lunes el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, patrulló Washington junto a Esper para supervisar el dispositivo de seguridad en el que participaron los uniformados.
La ciudad de Washington es en realidad el único lugar donde Trump puede movilizar las tropas de la Guardia Nacional a discreción, pues es un distrito federal autónomo. En el resto de estados, los 50, es el gobernador quien debe desplegar a los uniformados si lo cree necesario, a no ser que se declare una insurrección.
Además, el viernes la ciudad de Minneapolis, donde murió el hombre de raza negra George Floyd asfixiado bajo custodia policial, prohibió este viernes las inmovilizaciones por el cuello. Esta es una práctica muy extendida entre las fuerzas policiales y según la autopsia encargada por su familia, fue el motivo directo de la muerte de Floyd.
«El Departamento de Policía de Minneapolis deberá renunciar a las inmovilizaciones por el cuello, sea cual sea el motivo, en un plazo de diez días desde que sea efectiva esta orden», dijo el consistorio en un comunicado. Cualquier policía que presencie su práctica deberá informar a sus superiores de ello.
abc
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