La decisión del Gobierno alemán de mantener las restricciones a los viajes hacia España al menos hasta julio tendrá un considerable impacto en el sector turístico. El país germano es el segundo país emisor de turistas -solo superado por Reino Unido- y sus ciudadanos suelen realizar un considerable desembolso en cada viaje: en 2019, los 11.176.545 turistas alemanes que visitaron España se gastaron 11.722 millones de euros, según las cifras del INE. Unos 1.050 euros cada uno.

El gasto de estos turistas, como el de la mayoría de los viajeros que visitan España, se concentra en verano. Solo durante el mes de junio, los turistas alemanes se gastaron 1.304 millones de euros en 2019. El gasto medio diario por viajero alemán alcanzó los 145 euros, una cuantía superior a los 135 euros de los británicos.

La pandemia se ha llevado por delante todas estas cifras. En mayo el gasto turístico en España fue 0 por el veto a los turistas internacionales. Y en junio las cifras no serán muy distintas, ya que además de Alemania, otros mercados emisores como Reino Unido y Francia han mostrado sus dudas a permitir los viajes hacia España.

La razón fundamental de estas medidas reside en que España no permitirá la entrada de turistas internacionales hasta el próximo 1 de julio. Y también mantendrá hasta esa fecha una cuarentena de 14 días para todas las personas que entren en el territorio. En la práctica, dado que no hay turismo, esta medida se debería estar aplicando a ciudadanos que han realizado viajes por fuerza mayor.

La decisión de Berlín ha sentado como un auténtico jarro de agua fría en el sector turístico, que esperaba recuperar cierto flujo de visitantes alemanes ya en junio. Regiones como Canarias y Baleares (donde el turismo alemán es fundamental) llevan semanas reclamando la apertura de corredores turísticos seguros entre sus territorios y otras zonas de Europa. Una iniciativa que el Ejecutivo parecía dispuesto a apoyar.

El Gobierno amagó ayer mismo con suavizar sus restricciones y levantar a mediados de junio el veto al turismo «con la puesta en marcha de alguna iniciativa concreta», según detalló ayer el ministro de Transportes, José Luis Ábalos. Tras el veto de Alemania, estas «iniciativas» quedan cuestionadas.

Tal y como explicó el viceministro de exteriores germano Niels Annen en una entrevista con ABC, hoy por hoy «es imposible determinar si el turismo alemán volverá a España este verano». Julio parece la fecha señalada, pero todo dependerá de los acuerdos entre ambos gobiernos y del levantamiento de las restricciones de Moncloa.

«España y Noruega permitirán el ingreso de turistas previsiblemente algo más tarde, y una vez tomen la decisión, la aplicaremos de inmediato», precisó ayer el ministro de Exteriores Heiko Maas, informa Rosalía Sánchez.

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