El confinamiento dejó las cifras más bajas de contaminación en Madrid. El parón del tráfico y de la industria limpió el cielo de la capital. Pero la realidad que vendrá tras la crisis del coronavirus no parece que vaya a cambiar las costumbres de los madrileños de coger el coche privado, sino a incrementarlas. El Ayuntamiento de Madrid calcula que entre el 10 y el 13% de los ciudadanos cambiarán el transporte público por su propio vehículo. La reducción de aforos en el metro y en la EMT y la «mayor percepción de riesgo del transporte público» fomentarán ese trasvase.
El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, realizó este análisis del futuro más próximo en un seminario organizado por el Executive Forum, donde expresó su temor a que se llegue a producir una «tormenta perfecta» que se traduzca en «más coches con menos gente» circulando por la ciudad. Según las cifras que maneja el Área, la ocupación media por vehículo en Madrid ya era baja antes de la crisis: 1,34 usuarios por coche frente al 1,7 de Barcelona. En la capital circulan a diario 2,8 millones de vehículos de los 3,5 millones que componen el parque móvil.
Por ello y ante este trasvase que el delegado tildó de «muy relevante», el Consistorio ve prioritario la instalación de los carriles Bus-VAO en las autovías de entrada a la ciudad. Con el objetivo de que el Ministerio de Transportes agilice su ejecución, Carabante envió una carta al secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Pedro Saura, para que se ejecuten, al menos, de «manera provisional», con «pintura», como los 45 kilómetros de carriles buses que ahora se están instalando en la capital.
No obstante, el cálculo del Ayuntamiento rebaja a la mitad al que apuntan otras entidades como Race Conductores, que lo eleva al 20%. Para el delegado el impacto será menor porque se dan dos circunstancias que atenuarán el crecimiento del uso del coche: la crisis y el perfil de los usuarios.
Por un lado, la crisis económica derivada del coronavirus va a generar una «reducción sustancial de esas necesidades de movilidad». Su estimación es que el número de desplazamientos se situará a los niveles de la anterior crisis de 2008. Es decir, se percibirá una bajada del 20% y se pasará de 10 a 8 millones de viajes diarios. Por otro lado, Carabante destacó que el 58% de los usuarios de la EMT carecen de permiso de conducir, por lo que la mayoría no podrán pasarse al vehículo privado.
Además, otra tendencia que creen que irá en aumento es el uso de vehículos de movilidad personal, como las bicis o los patinetes, ya que el 87% de los desplazamientos en transporte público en la ciudad se realizan para cubrir trayectos de menos de 5 kilómetros. Al no ser distancias muy largas y de pocos minutos, este tipo de vehículos se empieza ver como un método alternativo práctico, ecológico y seguro ante los contagios. Con el objetivo de facilitar su uso, como avanzó ABC, el Consistorio ayer autorizó la instalación de 4.800 nuevas bicis eléctricas de alquiler sin base fija promovidas por empresas privadas, que podrían empezar a operar a lo largo de este mes tras formalizar el contrato.
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