“El presidente de EE.UU. debería ser una fuerza unificadora en nuestro país. Hemos tenido presidentes demócratas y republicanos a lo largo de la historia. Todos ellos cumplieron con su responsabilidad de ser el presidente de EE.UU. y unificar el país, y no avivar la llama”, indicó la presidenta de Cámara de Representantes de EE.UU., la demócrata Nancy Pelosi.
En una entrevista concedida el domingo a la cadena de televisión local ABC News, la líder demócrata condenó la respuesta amenazante y dura del presidente de EE.UU., Donald Trump, a las protestas desatadas por el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un agente policial en el país norteamericano.
Entre otras declaraciones polémicas, Trump, ha tachado de “matones” a los manifestantes y ha amenazado con emitir la orden de tiroteo si no cesan las marchas. Ha dicho asimismo que sus fuerzas están listas para soltar “los perros más feroces” en las manifestaciones.
Pelosi repudió además las publicaciones del presidente estadounidense en la red social Twitter, indicando que sus tuits actúan como una “carnada” para distraer a la opinión pública sobre la raíz de las protestas.
La retórica amenazante de Trump ha recibido una ola de críticas dentro del país norteamericano, tanto por parte de demócratas como sus correligionarios republicanos, quienes aseveran que las amenazas del mandatario estadounidense solo hacen avivar las protestas raciales y no ayudan a mejorar la situación.
La alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, cuya ciudad ha sido testigo de varias noches de protestas, señaló que Trump está empeorando las cosas, pues debería ‘dejar de hablar’.
Para la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, Trump debería parar de publicar tuits divisorios que retrotraen al “pasado segregacionista” de Estados Unidos.
La representante por el estado de Minesota en la Cámara Baja de EE.UU., Ilhan Omar, advirtió a su vez que Trump está “glorificando la violencia” en sus tuits.
Amnistía denuncia respuesta ‘militarizada’ de EEUU contra protestas
Floyd murió el lunes asfixiado, un policía blanco lo inmovilizó contra el suelo, iba desarmado, clavándole una rodilla en el cuello durante varios minutos, hecho que quedó registrado en un vídeo grabado por un transeúnte. Su asesinato ha generado masivas protestas en diversas ciudades estadounidenses, que han sido duramente reprimidas.
Los abusos policiales se han incrementado desde que Trump llegó al poder en enero de 2017, ya que con sus políticas de corte racista alientan a los grupos xenófobos.
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