«Hay lugares en los que volvemos a soñar, empezamos una amistad de verdad, bosques donde descubrir que la felicidad es estar unidos». Esta es una de las frases que componen la última campaña diseñada por la Agencia de Turismo de Cataluña, un órgano ligado a la Generalitat, para atraer visitantes tras la pandemia de coronavirus. La iniciativa va dirigida al turismo nacional, algo que se nota en el diseño y los mensajes de la campaña.
Los anuncios, bautizados «Cataluña es mejor con vosotros», buscan atraer al turismo del resto de España, que deberá salvar una temporada en la que los visitantes extranjeros llegarán más tarde de lo habitual y sujetos a la regulación de las autoridades sanitarias. Con tal de no incomodar a estos viajeros «nacionales», los creativos han hecho un esfuerzo para que no aparezca ninguna bandera catalana o «estelada» ni ningún lazo amarillo en los vídeos. Tampoco hay mención alguna de tipo historicista sobre las raíces o la singularidad de Cataluña.
En uno de los vídeos que componen esta campaña de «Turisme de Catalunya» se pueden ver lugares y festejos en los que la presencia de banderas catalanas y esteladas es casi inevitable, como las «diadas» castelleras. Lo mismo ocurre con lugares emblemáticos como el puente de Besalú (Gerona), decorado habitualmente con esteladas, «senyeras» y carteles por la libertad de los «presos políticos y exiliados».
Los restos del «procés»
Lo cierto es que el sector turístico catalán teme que los rescoldos del «procés» hagan que los turistas españoles no quieran visitar la comunidad este verano. Según la asociación turística Exceltur y la Confederación Empresarial Catalana del sector (Confecat), este es un riesgo en un momento en que España es el principal mercado emisor para la hostelería catalana.
En una conferencia celebrada esta semana, el vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda, afirmó que aunque las ganas de viajar ya están superando el miedo no todos los territorios del Estado van beneficiar de ello de forma uniforme. Según Zoreda, la elección por un destino dependerá «del cariño» que perciba el viajero. Así, este experto en turismo asegura que la decisión en la elección se complica si se percibe que se tratará al cliente con prevenciones «o matices políticos». El presidente de la Confecat, Santiago García-Nieto, coincidió con estas apreciaciones recordando unas manifestaciones recientes del director de la Agencia Catalana de Turismo (ACT), David Font, en las que calificaba a España de Estado «opresor».
abc
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