El principal asesor del primer ministro del Reino Unido, Dominic Cummings, ofreció una conferencia de prensa sin precedentes este lunes, justo cuando las autoridades de salud británicas informaron que 121 personas habían muerto por el coronavirus en todo el país en las últimas 24 horas.

Cummings hizo una declaración pública y respondió preguntas de la prensa sobre la controversia generada al descubrirse su violación de las normas de la cuarentena.

"Las reglas dejan en claro que cuando se trata de niños pequeños pueden haber circunstancias excepcionales y creo que estas lo fueron", dijo Cummings.

"Hay un enojo comprensible, pero gran parte de ese enojo se basa en informes en los medios que no han sido ciertos. Es extremadamente lamentable que a los medios se les haya dicho que algunas de estas cosas estaban mal y las denunciaron de todos modos", dijo.

"No me arrepiento de lo que hice", afirmó Cummings. "Estaba tratando de equilibrar todas estas cosas muy complicadas".

Cummings ha sido el blanco de las críticas esta semana después de comprobarse que violó las medidas de confinamiento impuestas en el Reino Unido, viajando a más de 250 millas de Londres hasta la casa de sus padres en Durham, norte de Inglaterra, después de desarrollar síntomas hace unas seis semanas.

Mientras tanto, el Departamento de Salud informó que hasta el momento se habían realizado un total de 3.532.634 pruebas de coronavirus. Agregó que 261.184 habían dado positivo a las 9.00 a.m. del lunes.

Según la página de estadísticas Worldometer, Reino Unido es el quinto país del mundo con más casos, cerca de 261.200. Mientras las medidas del aislamiento se relajan, la nación cuenta 36.914 muertos por la COVID-19.

Economía

En una conferencia de prensa diarias, el primer ministro Boris Johnson dijo que los mercados abiertos y las salas de exhibición de automóviles reabrirían el 1 de junio y que las tiendas minoristas no esenciales podrían abrir el 15 de junio siempre que estuvieran protegidas contra la COVID-19.

Los medios locales informaron que el Tesoro británico estaba elaborando un plan, denominado Proyecto Birch, para empresas estratégicamente importantes que recibirán rescates del Gobierno "como último recurso".

"En circunstancias excepcionales, donde una empresa viable ha agotado todas las opciones y su fracaso perjudicaría desproporcionadamente a la economía, podemos considerar el apoyo como 'último recurso'. Como el público británico esperaría, estamos implementando una planificación de contingencia razonable y cualquier apoyo de ese tipo estará en condiciones para proteger al contribuyente", dijo una portavoz del Tesoro.

El plan fue bien recibido con beneplácito por los sindicatos. "Es una buena noticia que un plan de rescate para las empresas del Reino Unido finalmente esté tomando forma. No hay más tiempo que perder si queremos evitar que un tsunami de pérdida de empleos se extienda por las comunidades este verano", dijo Steve Turner, secretario general adjunto de fabricación en Unite, el sindicato más grande del Reino Unido.

anadolu

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