El ciclón Amphan, el más potente en dos décadas en el Golfo de Bengala, azotará este miércoles India y Bangladesh, que temen daños considerables y han evacuado a casi dos millones de personas.
Amphan (se pronuncia “um-pun”) debe tocar tierra alrededor de las 18H00 horas locales (12:30 GMT) en la frontera entre India y Bangladesh, al sur de la ciudad de Calcuta, con vientos de hasta 185 km/h.
Con una intensidad de entre 170 y 180 kilómetros por hora (Km/h), y ráfagas de 200 Km/h, Almphan se encuentra a 120 kilómetros de la ciudad costera india de Paradip, en el estado de Odisha, y a 200 km de la ciudad de Digha, en el estado de Bengala, moviéndose a unos 22 km/h, según informó el Departamento de Meteorología de la India.
Los meteorólogos temen una potencial ola de tormenta (marejada), que podría alcanzar hasta cinco metros de altura.
Bangladesh evacuó a unas 2 millones de personas, una tarea compleja en medio de las restricciones por la COVID-19. En el país se registró este miércoles la primera víctima, un voluntario de la Cruz Roja local.
En el lado indio, más de 300.000 personas fueron evacuadas en el estado de Bengala Occidental (este) y otras 20.000 en la región vecina de Odisha.
“Al menos 50 personas vinieron a refugiarse en mi casa construida con hormigón. Llegaron anoche. Les hemos dado comida. Hay una atmósfera de pánico”, dijo a Abdur Rahim, un criador de camarones de la aldea de Kalinchi en Bangladés.
Amphan llegó a la categoría 4 sobre 5 en la escala de Saffir Simpson el lunes, con vientos de 200 a 240 km/h, y es el ciclón más potente que se produjo en el Golfo de Bengala desde 1999. Ese año, un ciclón mató a 10.000 personas en Odisha.
A pesar de la pérdida de potencia del ciclón en las últimas horas, a medida que se aproxima a las costas, las autoridades indias y de Bangladesh esperan enormes daños materiales.
“Es una velocidad de viento devastadora y puede causar destrucción a gran escala. Esto puede arrancar árboles y dañar muchas infraestructuras”, dijo Mrutyunjay Mohapatra, director general del departamento meteorológico de India.
Doble castigo
Los países de la región aprendieron las lecciones de los devastadores ciclones de las décadas anteriores. En los últimos años, construyeron miles de refugios para la población y desarrollaron políticas de evacuación rápida.
Sin embargo, su tarea se complica esta vez por la pandemia del coronavirus, ya que los desplazamientos de población pueden favorecer la propagación del virus.
En la India, el Ministerio de Salud ha registrado el mayor aumento de casos de infección desde el comienzo de la epidemia en las últimas 24 horas: 5.611 casos nuevos en un solo día. El pasado fin de semana se confirmaron 10 mil nuevos, para un total de 106.750 hasta la fecha. Las muertes confirmadas son 3.303.
Por su parte, Bangladesh reportó más de 25.000 infectados y 370 muertes. El país abrió más de 13.000 refugios anticiclón, casi el triple del número habitual, para que éstos estén menos cargados.
Tanto en India como en Bangladés, las autoridades han pedido a los evacuados que lleven máscaras en el interior.
“Le dijimos a la gente que mantuviera una distancia física en los refugios debido al coronavirus”, explicó Shah Kamal, jefe de la autoridad de gestión de desastres de Bangladesh.
A ello se suma la reticencia de los habitantes de las zonas costeras, mayormente campesinos y pescadores, a abandonar sus pertenencias para acudir a los refugios.
“Hasta ahora hemos completado la evacuación de unas 500.000 personas en 13 distritos. Ha estado lloviendo en muchas áreas, la gente también está llegando a los refugios lentamente. El mal tiempo está obstaculizando la evacuación hasta cierto punto, pero nuestros voluntarios están trabajando de manera incansable para llevarlos a un lugar seguro”, dijo hoy el director operacional del Programa de Preparación para Ciclones de Bangladesh, Nur Islam Khan.
Por miedo a contraer la enfermedad covid-19, una parte de los habitantes de las zonas de riesgo optó por quedarse en casa, a pesar del peligro que representaba el ciclón.
Aunque la frecuencia y la intensidad de los ciclones han aumentado en los últimos años en el Golfo de Bengala, un fenómeno atribuido en parte al calentamiento global, los balances humanos son generalmente mucho menores que en el pasado gracias a un sistema de vigilancia más desarrollado y a medidas preventivas bien establecidas.
infobae
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