A medida que los italianos se adaptan a su nuevo estilo de vida en medio de las reducciones graduales de las restricciones de movimiento, el país informó este martes 162 muertes por coronavirus, elevando el número total de fallecidos a 32.169.
Después de dos meses de cierre, los minoristas, bares y restaurantes reabrieron sus puertas el lunes, adoptando estrictas precauciones sanitarias.
Los datos publicados por el Departamento de Protección Civil del país confirmaron que el pico del brote quedó atrás. El recuento de infecciones activas del martes disminuyó en 1.424, para quedar en 65.129.
Mientras tanto, las recuperaciones continuaron aumentando para ubicarse en 129.401, a medida que más pacientes abandonaron los cuidados intensivos, lo que alivió la presión sobre el abrumado sistema de atención médica de Italia.
El epicentro del brote italiano sigue siendo la región del norte de Lombardía, donde las muertes aumentaron a 15.597, aproximadamente la mitad de las muertes totales del país.
El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, indicó el martes en la sesión final de la 73ª sesión de la Asamblea Mundial de la Salud que "desde el comienzo de la pandemia, Italia ha promovido el refuerzo del liderazgo global y la solidaridad internacional para gestionar la emergencia".
Conte también pidió que se refuercen "los mecanismos de alerta rápida, el intercambio de información y la identificación de las mejores prácticas para mejorar la preparación de la comunidad internacional para la pandemia".
El mandatario agregó que "el sacrificio de los italianos ha dado sus frutos" y que su país estaba entrando en la fase dos de la emergencia "con cauteloso optimismo".
El primer ministro italiano, sin embargo, sigue bajo presión de los partidos de la oposición.
El miércoles el Parlamento votará dos mociones de no confianza contra el ministro de Justicia, Alfonso Bonafede.
Bonafede ha sido duramente criticado por su decisión de conceder arresto domiciliario a los jefes de la mafia debido a los altos riesgos de contagio en las cárceles italianas. Si se aprueba una de las dos mociones de desconfianza, tendrá que renunciar.
El Gobierno cuenta con una mayoría muy escasa en el Senado, donde se votarán las dos mociones, por lo que necesita un fuerte apoyo de toda la coalición para que Bonafede salga airoso de la votación.
anadolu
Etiquetas: