Brasil es uno de los países del mundo más afectados por la pandemia del coronavirus, con más de 16.000 muertos y 200.000 contagiados. Una amenaza creciente para las poblaciones más vulnerables y desatendidas por el Estado, entre las que se encuentran los habitantes de las favelas. Solo en el complejo de la Maré, situado en la zona oeste de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, las organizaciones locales han confirmado 23 fallecidos por covid-19 y 81 infectados, según los datos de este 18 de mayo. Una muestra de cómo avanza el virus en el total de las favelas cariocas, donde hay 187 muertes y 556 contagios registrados.
"En este momento sentimos todas las desigualdades tocando a nuestra puerta: falta de alimento, falta de agua, falta de acceso a la salud, etc. y vemos que las políticas públicas que propone el gobierno no incluyen ni la realidad ni las necesidades de las favelas, por eso estamos buscando alternativas", declara Gizele Martins, habitante del complejo de favelas de la Maré, periodista y miembro del movimiento Maré 0800, que integra la iniciativa Frente de Movilización de la Maré. Este Frente fue creado emergencialmente por comunicadores locales hace siete semanas y tiene como objetivo informar a la población sobre el coronavirus, así como crear redes de solidaridad para satisfacer las necesidades más básicas de una población en situación de extrema vulnerabilidad debido a las condiciones urbanas y sociales en estos barrios.
Amnistía Internacional lanzó ayer la campaña 'Nuestras vidas importan' para exigir que el gobierno de Jair Bolsonaro "tome medidas urgentes para proteger a todos y todas, de manera adecuada e inclusiva". Bolsonaro tachó al coronavirus de "gripecita" y todavía no ha dado muestras de tomarse más enserio el combate a una pandemia que, claramente, amenaza con mayor crudeza a las poblaciones empobrecidas o comunidades indígenas, entre otros. Asimismo, el comunicado insiste en la necesidad de medidas urgentes que garanticen la protección de las personas que viven en favelas y periferias, entre los colectivos considerados como más vulnerables por la organización. "Brasil entra ahora en la fase más aguda de la pandemia. Es necesario hacer algo, ¡ahora!", subraya la campaña.
El agua es un derecho no garantizado en las favelas
Uno de los desafíos más urgentes en muchas de las favelas en este momento es subsanar la falta de abastecimiento de agua corriente. "Es un derecho que la favela todavía no tiene garantizado", declara Martins, que explica que uno de los objetivos del Frente de Movilización de la Maré es promover la solidaridad local. Quien no tiene agua pide y quien puede dona.
"La realidad de las favelas es la exclusión social, el racismo, un apartheid social no declarado en una ciudad donde hay población con derechos y población sin derechos que somos nosotros", relata Martins. El Frente ha conseguido donar 3.000 cestas con alimentos básicos y productos de higiene, lo que esta periodista tacha de insuficiente frente a las necesidades de un gran contingente de población vulnerable. El complejo de la Maré está formado por 16 comunidades que suman un total de 140.000 habitantes. "Estamos pensando en cómo suplir las necesidades sabiendo que no somos el gobierno y que no vamos a conseguir atender a todo el mundo", añade esta periodista.
En la página web del Frente, el colectivo presenta sus acciones y reconoce ser consciente del mayor riesgo de contagio que corren al tomar la línea de frente de esta acción social: tanto en la divulgación de la información como en las campañas de donación. La adquisición de equipos de protección individual también corre de su propia cuenta.
La falta de información es una amenaza
La población en Brasil está expuesta a un mayor riesgo frente al coronavirus debido a la confusa posición del gobierno de Bolsonaro, quien critica a los gobernadores de cada estado brasileño por haber bloqueado ciertas actividades económicas para intentar controlar la dispersión del coronavirus y la saturación de los servicios de salud. Este escenario es aún más agudo en los barrios más empobrecidos, donde difícilmente llegan las escasas campañas públicas de información sanitaria. Por este motivo, el principal aliciente que llevó a periodistas y comunicadores del complejo de favelas de la Maré a unirse para crear el Frente de Movilización de la Maré fue la garantía de información veraz y actualizada en sus vecindarios.
"Los soportes que mejor están funcionando son los más tradicionales, es decir, coches con altavoces, pancartas, carteles en comercios, iglesias, asociaciones de vecinos", explica Martins, que fue una de las pioneras de este movimiento. Las prioridades de esta misión informativa son que todo el mundo entienda qué es el coronavirus, cuáles son los riesgos que entraña para la salud, qué síntomas presenta, cómo es posible protegerse y la existencia de un movimiento solidario comunitario para ayudarse entre vecinos en este momento de necesidad en el que muchas personas están sin ingresos, principalmente las que trabajaban en el sector informal. Esta periodista subraya que si bien cuentan con una página web e información que circula en las redes, hay una parte de la población que no tiene internet. Existe inclusive quien no sabe leer, quien no tiene televisor o, tal vez, tampoco teléfono, motivo por el que los coches con altavoces que circulan por las calles son un medio tan necesario para actualizar diariamente las informaciones.
La subestimación del número de casos de covid-19 registrados se manifiesta como un problema a nivel nacional, así como las estadísticas de afectados por grupo social. Ante la importancia de conocer el impacto específico y el avance del coronavirus en la favela, este colectivo de la Maré creó su propio panel en el que contabilizan los óbitos y contagiados. Actualiza las cifras diariamente en su página web y las anuncian en sus vehículos de comunicación comunitaria, como son los carteles y los coches con altavoces.
Actualmente, el movimiento cuenta con la participación de once colectivos locales y más de 50 vecinos voluntarios. La información ahora es una urgencia, así como la continuación de las campañas de recaudación y donación de alimentos e ítems de higiene mientras dure el estado de emergencia provocado por la pandemia.
Luna Gámez
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