California State University, el mayor sistema universitario de EE.UU., ha anunciado esta semana que sus clases no reabrirán en otoño con el comienzo del nuevo curso y que la formación será casi por completo online por la pandemia de coronavirus.

El sistema, conocido como Cal State y de titularidad pública, cuenta con 480.000 estudiantes repartidos en 23 campus del estado de California, el más poblado del país. Es el primer gran sistema de universidades que responde con claridad a la pregunta que preocupa a los estudiantes estadounidenses: ¿Qué pasará en septiembre con la vuelta a las clases? Casi la totalidad de los centros universitarios del país están cerrados desde el mes de marzo, cuando la epidemia de coronavirus se expandió por todo EE.UU.

La mayoría de los estados del país han comenzado a levantar las restricciones impuestas para frenar la epidemia, pero hay muchas dudas de cómo las universidades -y el sistema educativo en general- pueden recuperar cierta normalidad en un par de meses.

«Nuestra universidad, cuando se reabra sin restricciones y sea completamente presencial, como ha sido la norma tradicional en el pasado, es un lugar donde más de 500.000 persona se juntan en una proximidad cercana y vibrante a diario», explicó Timothy White, el rector de Cal State, al consejo de administración de la organización en una carta este martes. «Esa forma, por desgracia, es ahora impensable».

Ese mismo día, los principales expertos médicos de EE.UU. comparecieron ante una comisión del Senado para discutir los esfuerzos y la seguridad en la reactivación de los estados en medio de la pandemia, que ha provocado casi 1,4 millones de contagios y más de 83.000 muertos en el país.

El senador Lamar Alexander, de Tennessee, preguntó al doctor Anthony Fauci, la referencia médica en EE.UU. sobre coronavirus, cuál era la situación para los 5.000 campus, 20 millones de universitarios, 100.000 escuelas públicas y 55 millones de estudiantes en su vuelta a las aulas.

«La idea de tener tratamiento disponibles o una vacuna que facilitan el regreso de los alumnos a las clases en otoño parece algo demasiado lejano»; reconoció Fauci. El almirante Brett Giroir, que dirige el programa de test de EE.UU., aseguró que se podrían entre 40 y 50 millones de test al mes en septiembre, y que sería posible aplicarlos a todos los estudiantes. Pero que, lo más probable es que haya «estrategias de vigilancia» en los campus para controlar la evolución de la situación.

La mayoría de las universidades de EE.UU. no se han pronunciado sobre sus planes para la vuelta a las clases. Muchas de ellas, en una situación contable delicada, temen que un anuncio de clases ‘online’ provoque una desbandada de alumnos. Algunas dependen con fuerza de estudiantes extranjeros, cuyo regreso y tramitación de visados es todavía más complicada. La mayoría están preparando planes alternativos para la posibilidad de no celebrar clases presenciales.

Cal State ha explicado que habrá excepciones a los cursos "online" para algunas clases que tengan que desarrollarse en laboratorios o con acceso a maquinaria tecnológica cuando sea «indispensable y justificado».

abc

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