Algunos especialistas hablan de que esas características se relacionan la enfermedad de Kawasaki, una extraña enfermedad infantil, la cual ocasiona la inflamación de vasos sanguíneos, fiebre, dolor en el abdomen y erupciones. Sin embargo, el Departamento de Salud neoyorquino dio a conocer que la mayoría de los menores enfermos, de entre 2 y 15 años, habían dado positivo a la prueba de COVID-19.
Los primeros casos en Nueva York se habrían registrado entre el 17 de abril y el 1 de mayo. Pero días antes, funcionarios en el Reino Unido, España y Bélgica notificaron de casos que también presentaban características similares a la enfermedad de Kawasaki. Sin embargo, no se conoce mucho sobre este padecimiento, por lo cual se le ha catalogado como una enfermedad misteriosa.
Los representantes de salud de Nueva York afirmaron que ninguno de los menores ha desarrollado dificultades respiratorias serias, pero la aparición de este síndrome misterioso ha alertado a los especialistas de que los jóvenes que contraen el nuevo coronavirus podrían exponerse a mayores riesgos de los que se pensaba inicialmente.
Pese a ello, ninguno de los pacientes ha fallecido y, según el Departamento de Salud en Nueva York, la mayoría de los niños hospitalizados responde bien a los tratamientos médicos a los que han sido sometidos.
La ciudad de Nueva York se mantiene como el epicentro de la COVID-19 en Estados Unidos, el país con más casos confirmados de la enfermedad. Tan sólo en la Gran Manzana existen 178.000 pacientes, y tan sólo en el distrito de Queens ha provocado 4.213 muertes, según la Universidad Johns Hopkins.
Hasta el 7 de mayo, en Estados Unidos los casos de COVID-19 suman 1.231.943, lo cual ha resultado 73.566 fallecimientos en ese país.
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