"Con los crecientes temor y malestar social, la xenofobia y la discriminación en toda la región también van en aumento. Los refugiados que están tratando de llegar a fin de mes en las calles o en el sector informal a menudo son incapaces de cumplir con las medidas de cuarentena y están siendo convertidos en chivos expiatorios, estigmatizados o corriendo el riesgo de detención", dijo el portavoz de la agencia.
Mahecic constató que Lationamérica está afrontando actualmente "varias de las mayores crisis de desplazados en el mundo".

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"Más de cinco millones de venezolanos han huido de su país. Hay cerca de ocho millones de desplazados internos colombianos, 340.000 desplazados internos en el norte de América Central, y más de 100.000 refugiados y demandantes de asilo nicaragüenses", detalló.

Destacó que las medidas de confinamiento "los dejaron con una repentina pérdida de ingresos".

"Incapaces ahora de pagar el alquiler y comprar alimentos o fármacos, muchos están en peligro de quedar sin hogar o ya están siendo expulsados de sus refugios", advirtió el representante de ACNUR.

Agregó que el número de venezolanos sin techo e indigentes está creciendo a diario en Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Chile y Argentina.

Algunos, según Mahecic, ahora recurren al sexo de supervivencia, la mendicidad o la venta ambulante.

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En las últimas semanas, según el portavoz, algunos refugiados venezolanos también han estado intentando regresar a su país.

Mahecic aseguró que ACNUR está reforzando su respuesta para mitigar el impacto del COVID-19 sobre ese grupo de población, brindando un apoyo financiero adicional, incrementando la capacidad de los refugios y trabajando con los gobiernos y socios para incluir a los refugiados y migrantes en los programas de protección social.

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