El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el español Josep Borrell, y los ministros de Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian: Alemania, Heiko Maas; e Italia, Luigi Di Maio, reiteraron su apoyo a la llamada del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y su representante especial en funciones para Asuntos Políticos en Libia, Stephanie Williams, a una tregua humanitaria en Libia.
“Queremos unir nuestras voces", a aquellas de Guterres y Williams, afirmaron los líderes europeos a través de un comunicado conjunto.
Los líderes recordaron que “el conflicto continuaba sin disminuir y los desarrollos durante las últimas semanas han hecho crecer las preocupaciones, particularmente sobre la situación entre la población libia que sufre”.
“Llamamos a todos los actores libios a inspirarse en el espíritu del sagrado Ramadán, a reanudar las conversaciones para un alto al fuego genuino y a que unifiquen sus esfuerzos para enfrentarse al enemigo común, representado por los riesgos que la actual pandemia supone para los intereses de todo el país”, dijeron los líderes.
El 12 de enero, las partes en conflicto de Libia anunciaron una tregua en respuesta a un llamado conjunto de los líderes turco y ruso. Sin embargo, las conversaciones para un alto al fuego terminaron sin un acuerdo después de que el general Jalifa Haftar, comandante del Ejército Nacional Libio (LNA), perteneciente a la Cámara de Representantes en Tobruk, saliera de Moscú sin firmar el acuerdo.
El acuerdo de Berlín del 21 de enero compromete a los signatarios a no interferir en la guerra civil de Libia, a apoyar un alto al fuego, a honrar un embargo de armas de la ONU que fue violado y a apoyar un proceso político facilitado por la misma organización.
Libia vive una guerra desde 2011, cuando un sangriento levantamiento respaldado por la OTAN condujo a la destitución y la muerte del presidente, Muammar Gaddafi, después de más de cuatro décadas en el poder.
Desde entonces, las estrictas divisiones políticas de Libia han generado varios escaños de poder rivales, incluido un gobierno respaldado por la ONU en la capital, Trípoli, y una multitud de grupos de milicianos fuertemente armados en otras regiones.
anadolu
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