Cerca de 2.000 personas se manifestaron ayer lunes en Vladikavkaz, la capital de la república rusa de Osetia del Norte (Cáucaso), para protestar por las medidas de confinamiento decretadas por las autoridades locales siguiendo las pautas marcadas desde Moscú en la lucha contra el coronavirus. Los participantes en la concentración acabaron enfrentándose con la Policía , lo que provocó varios heridos, entre ellos algunos agentes. Se practicaron 69 detenciones, incluidos los convocantes del acto.
La multitud se agolpó en la plaza de la Libertad de Vladikavkaz, en donde se encuentran los principales edificios oficiales, y exigieron a las autoridades la abolición inmediata de todas las restricciones impuestas en relación con la neumonía COVID-19. Los manifestantes denunciaron que el cierre temporal de muchas empresas está dejando a la gente en la calle y sin recursos, pese a que el presidente Vladímir Putin ordenó el pasado 2 de abril que los salarios se sigan pagando.
La principal reivindicación planteada ha sido la dimisión inmediata del gobierno local y la formación de otro dirigido por el diputado Vitali Kalóyev, famoso después de que hace 16 años asesinara a un controlador aéreo suizo, a quien consideró culpable de un accidente aéreo en el que murió su familia cuando viajaba en un vuelo chárter hacia España.
El propio Kalóyev, sin embargo, intervino ayer para pedir a los concentrados que depusieran su actitud y regresaran a sus casas por el peligro que supone de contagio para ellos y sus familiares. A lo que muchos respondieron asegurando que lo del coronavirus es una mentira.
«Un camelo»
«Es un camelo, no existe tal enfermedad», afirmó uno de los manifestantes citado por la web MBJ-Media. Algunos en Osetia del Norte han llegado a tal conclusión al observar que las autoridades no les están informando de forma fiable de la evolución de la pandemia.
Vadim Cheldíev, cantante de ópera y popular bloguero, fue detenido el sábado, acusado de propagar bulos, por negar la existencia del COVID-19, llamar a romper el confinamiento y sostener que es una simple pretexto «para reprimir a la población». A él se le considera el instigador de los disturbios mediante un vídeo que ha tenido cerca de 200.000 visitas.
Ayer, el presidente regional, Viacheslav Bitárov, a quien recriminaron que su fábrica de cervezas funciona mientras las demás están cerradas, se dirigió directamente a la muchedumbre pidiendo calma. «No son medidas mías (...) el único remedio contra esta enfermedad es quedarse en casa», aseguró. En Osetia del Norte hay contabilizados cerca de 150 casos de coronavirus y dos fallecimientos.
Según los últimos datos, referidos a las 24 horas transcurridas desde el lunes, en Rusia se han registrado 5.642 nuevos casos de COVID-19, lo que supone un nuevo repunte y eleva el total a 52.763 infectados. El 45% de estos nuevos contagiados son asintomáticos y se ha sabido de la enfermedad gracias a que se les hizo el test. El número de fallecidos en el conjunto del país alcanza ya los 456 (51 más que el lunes) y el de recuperados 3.873. Moscú ha detectado desde el lunes 3.083 nuevos contagios, lo que supone un repunte de algo más de mil con respecto al día anterior, y alcanza así un total de 29.433 enfermos y 233 decesos (29 de aumento con respecto al parte anterior).
abc
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