La crisis provocada por la pandemia del coronavirus llevó a que un niño italiano de 12 años tenga que recorrer cada día varios kilómetros para poder estudiar, y de esa forma no perder ninguna clase. Su lugar de estudio tiene una vista que muchos envidiarían: está ubicado en el campo, rodeado de viñedos y olivos, cuenta La Repubblica.
Sin embargo, Giulio Giovannini, originario de la localidad de Scansano, en la región de Toscana, preferiría tener la posibilidad de estudiar desde su casa, como hacen todos sus compañeros durante el confinamiento por el coronavirus en Italia, pero el árbol bajo el que estudia es el punto más cercano con conexión a Internet.
El ejemplo de este niño italiano que no tiene conexión de Internet, es solo uno de los problemas que enfrentan los estudiantes para no quedarse atrás en la escuela. Cada día que hay lecciones en línea carga en el auto de su madre Gloria una mesa, una silla, sus manuales, una tableta y el teléfono de su madre que utiliza como rúter, según contó a los periodistas.
A pesar del confinamiento, el año escolar sigue su curso.
Por su parte, Gloria asegura que iniciará acciones legales contra la compañía telefónica por no proporcionarle acceso a Internet desde su casa.
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