Pedro Sánchez busca un gran acuerdo para la reconstrucción del país que tiene un elemento clave: los Presupuestos de 2021. El presidente, según confirmó este martes la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quiere aprovechar la ronda de reuniones para tratar de “ampliar” la mayoría de la investidura en la aprobación de las Cuentas. Sin embargo, la ronda empieza con una tensión evidente. Ciudadanos parece dispuesto a apoyar los Presupuestos, pero el PP no. El Gobierno anunció que la ronda con todos los partidos empezará el jueves con Pablo Casado, pero lo hizo antes de avisar a la dirección del PP, que reaccionó indignada, tanto que la fecha de la cita está en el aire, aunque todas las fuentes consultadas dan por hecho que en algún momento habrá un encuentro. La dirección del PP habló de falta de respeto al líder de la oposicion, y dejó en el aire la posibilidad de posponerla. El equipo de Casado llamó al de Sánchez para acordar la cita “de forma conjunta”. “Las cosas no se hacen así”, insisten los populares, muy molestos por las formas de La Moncloa.
Los nuevos Pactos de La Moncloa empiezan con muy mal pie. Incluso antes de empezar la primera reunión, ya llegó el rifirrafe, hasta el punto de que de momento no está cerrada. El Gobierno anunció este martes que Sánchez tiene previsto iniciar el jueves con Casado una ronda de contactos con todos los partidos, comunidades autónomas, patronal y sindicatos para intentar alcanzar un “gran acuerdo de reconstrucción nacional" para hacer frente a la crisis del coronavirus. El PP, sin embargo, mostró un profundo malestar por la falta de comunicación del Gobierno: Casado, según los populares, se enteró de esa cita por la televisión, cuando lo anunció la ministra Montero.
El Gobierno apunta que hubo un contacto entre gabinetes, “como es habitual”. Pero el PP insiste en que Casado se enteró por televisión y critica con dureza lo que considera una falta de respeto. Tanto que Cayetana Álvarez de Toledo, la portavoz, dejó incluso la cita en el aire. “Las cosas no se hacen así. Ya veremos si se produce y cuándo se produce”, dijo. Los populares amagaron incluso con plantar al presidente, aunque la opción elegida podría ser la posibilidad de posponer esa cita para poner en evidencia el profundo malestar del principal partido de la oposición.
Las complicaciones previas indican que la posibilidad de un acuerdo es muy lejana. La portavoz del PP fue más lejos y lo dio casi por imposible: “Me parece muy difícil que se forje un pacto de Estado mientras el señor Sánchez esté en La Moncloa. Se ha centrado en la división y en la evasión de la responsabilidad propia. Una salida de la crisis de manos de comunistas y separatistas es imposible”.
Los populares se han quejado durante las últimas semanas del escaso contacto que el presidente ha mantenido con Casado. Según el PP, en todo el mes de confinamiento han hablado solo dos veces; la última hace 11 días, aunque fuentes socialistas señalan que en realidad han hablado cuatro veces. El ambiente político con el que se llega al encuentro no parece el más propicio para un acuerdo, pero el líder del PP ha asegurado que en cualquier caso atenderá la llamada del presidente como ha hecho siempre, al contrario de lo que hizo en la última ocasión y presumiblemente repetirá ahora Santiago Abascal, líder de Vox, al que tampoco este martes había llamado La Moncloa, según este partido.
Montero lanzó un mensaje para Casado, apuntando que no basta con acudir a la cita sino que es importante hacerlo con espíritu negociador. “Esta tarea compete al conjunto de la sociedad para alumbrar el futuro de nuestro país. No se trata solo de acudir a esta cita, sino de hacerlo con la intención de arrimar el hombro. Nos jugamos mucho como sociedad”, señaló la ministra portavoz.
El Gobierno trata de forjar un amplio pacto de Estado ante la magnitud de la crisis. Y de paso pretende asegurarse durante la ronda de contactos los posibles apoyos para unos “Presupuestos de reconstrucción”, los de 2021, esenciales para asegurar la continuidad del Gobierno de coalición. Los de 2020 ya se han hecho inviables y todo indica que el Ejecutivo ha renunciado a ellos, por lo que seguirán prorrogados los últimos de Cristóbal Montoro.
Montero confía en poder presentar el proyecto de las cuentas públicas “en tiempo y forma”, esto es. antes del verano. La idea que maneja el Ejecutivo es contar esta vez no solo con la mayoría de la investidura sino con “una mayoría reforzada”. El PP no parece dispuesto a sumarse, pero Ciudadanos sí ha ofrecido esta posibilidad aunque muy condicionada al contenido. “No estamos en un momento cualquiera, sería bueno que la totalidad de formaciones políticas nos pusiéramos de acuerdo incluso en un proyecto que permitiera afrontar los retos en el corto y el medio plazo”, señaló la ministra. “Es el momento de poner las luces largas”, dijo.
Pero las aguas bajan revueltas. A la falta de comunicación entre Sánchez y Casado se sumó este martes un duro editorial de la Fundación FAES, presidida por José María Aznar, en el que se apuntaba la exigencia de que el PSOE rompa con Unidas Podemos si quiere un pacto con el PP. FAES se muestra partidaria de que Casado acuda a la cita con Sánchez, pero califica al Gobierno de “fallido” y asegura que su destino es “ser sustituido”. La ministra Montero contestó a esos ataques. “Aznar puede tener las expectativas que quiera sobre el Gobierno de España”, dijo, pero la ruptura entre el PSOE y Podemos no va a suceder. Álvarez de Toledo abundó en esa línea de que con Unidas Podemos en el Gobierno no se puede buscar un pacto de Estado.
Mientras, la líder de Cs, Inés Arrimadas, en una línea completamente diferente al PP en este momento, envió este martes un documento de cinco folios a La Moncloa para ofrecer una metodología de trabajo y lograr un gran acuerdo. Arrimadas explicó que el objetivo es consensuar una salida económica, sanitaria y social a la crisis “y no imponer ninguna ideología trasnochada ni un cambio de régimen”.
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