Hay muchos artistas que, a pesar de ser creativos y talentosos, se preguntan si su físico les permitirá llegar a lo más alto en el mundo del pop. Le pasó a Adele, a Ed Sheeran, a Lewis Capaldi, y le ha pasado también a Billie Eilish. Aunque cualquiera diria que es una chica muy guapa, la nueva superestrella de la música global también ha tenido sus complejos y ha sufrido lo que hoy se conoce como «boydy-shaming». Que se han metido con ella por su cuerpo y su aspecto, vaya.
Al parecer, Eilish lleva ropa ancha porque tiene un pecho muy grande. La única vez que salió en las redes con una camiseta de tirantes, ciento de usuarios hicieron todo tipo de comentarios desagradables e irrespetuosos e incluso consiguieron convertir sus críticas en trending topic. Y por eso, el arranque de la gira de presentación de su álbum de debut «When We All Fall Asleep, Where Do We Go?» ha estado marcada por una declaración de guerra a esta forma de acoso.
En el primer concierto de la gira, este martes en Miami, Eilish introdujo un interludio en el que se la podía ver desnudándose en las pantallas gigantes mientras se escuchaba su alegato: «Tenéis opiniones sobre mis opiniones, sobre mi música, sobre mi ropa, sobre mi cuerpo, algunos odiáis lo que llevo, otros lo amáis, otros lo usáis para avergonzarme pero os siento mirándome, siempre, y nada que hago pasa sin ser visto. ¿Os gustaría que fuera más pequeña? ¿Más débil? ¿Más blanda? ¿Más alta? ¿Os gustaría que fuera más callada? ¿Mis hombros te provocan? ¿Mi pecho? ¿Soy mi estómago? ¿Mis caderas? El cuerpo con el que nací, ¿no es el que queríais? Si llevo puesto algo con lo que estoy cómoda, no soy una mujer. A pesar de que nunca habéis visto mi cuerpo, aún lo juzgais y me juzgáis a mí por ello ¿Por qué?».
this moment will go down in the music's story, BILLIE IS SO ICONIC pic.twitter.com/aaHu0mFtmF
— juan (@watchmyxanny) March 10, 2020
En una entrevista, Eilish confesó que de pequeña odiaba su cuerpo. «Habría hecho cualquier cosa para tener uno distinto.«Realmente quería ser una modelo, de verdad, y yo era gordita y pequeña. Me desarrollé a muy temprana edad. Tenía busto a los nueve años. Y mi periodo a los 11. Mi cuerpo iba más rápido que mi cerebro. Es muy gracioso porque cuando eres niño, no piensas en tu cuerpo en lo absoluto. Y de repente, miras hacia abajo y dices ‘whoa, ¿qué puedo hacer para que esto se vaya?».
abc
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