La opacidad de las cuentas de la Iglesia católica es lo que denuncia la asociación Europa Laica. Precisamente, a través de sus redes sociales, la organización incide que la Conferencia Episcopal no justifica el dinero que recibe a través de la casilla del Impuesto sobre la Renta (IRPF), unos 268 millones en 2017.
Cifra que aumentó en 2019 y llega a los 284 millones de euros, la mayor suma que ha recibido nunca de dinero público. Cantidades que estarían dejando un 'superávit' en la institución religiosa, más allá de gastos en asuntos como el pago de la Seguridad Social al clero o el presupuesto de Cáritas. Según los datos de 2017, la Iglesia tuvo casi 16 millones de euros de más, de los que11 estuvieron destinados a financiar la Trece, su televisión privada. Una aportación que la legislación europea podría considerar una ayuda de Estado por distorsionar la competencia.
"El Tribunal constata que la única obligación que tiene la Iglesia de justificar esos ingresos públicos es a través de una Memoria anual de gastos. Pero resulta que ese documento no los justifica realmente, es sólo una simple memoria de actividades confesionales. Así, no se puede distinguir entre lo que la Iglesia destina a actividades confesionales de otras mercantiles", constata Europa Laica.
La falta de concreción en los gastos o la tardanza de su presentación—20 meses tardaron en entregar la de 2017—son algunas de las deficiencias que tiene la Memoria de gastos de la Iglesia. Una problemática de la que el Tribunal de Cuentas responsabiliza al Estado.
Acusa a la administración pública de la falta de control en relación a este tema, ya que la Memoria "nunca ha sido revisada, ni formulada objeción de ningún tipo durante todos estos años". Además, afirman que la institución religiosa no cuenta con ningún plan de autofinanciación, a pesar de que Estado e Iglesia lo pactaron en los Acuerdos con la Santa Sede de 1979, en los que se estableció la política fiscal estatal con la organización católica.
Desde Europa Laica consideran que "dar dinero público a la Iglesia católica, contradice el principio constitucional de aconfesionalidad del Estado".
"No existe razón para que el Gobierno no cumpla con sus promesas electorales y proceda a la denuncia y derogación de los Acuerdos con la Santa Sede, acabando con este vergonzoso sistema de privilegios económicos", aseguraron a través de las redes sociales.
¿Cómo se financia la Iglesia católica en España?
La Iglesia católica recibe parte de su financiación a través de la asignación tributaria con cargo al 0,7% del IRPF. Esta es voluntaria y el ciudadano es libre de marcar con una equis la casilla a través de la que la institución religiosa obtiene los fondos públicos. En 2019, 7.191.387 declarantes decidieron apoyar a la Iglesia.
Esta es su mayor fuente de recursos, aunque también reciben donaciones, organizan colectas extraordinarias (Domund…) o realizan trámites (expedientes matrimoniales, intenciones de misas…). Esto, sin contar que, en España, la Iglesia católica goza de exenciones fiscales, como del Impuesto sobre Bienes e Inmbuebles (IBI) o el de Transmisiones Patrimoniales.
Por comunidades autónomas, según el informe del Tribunal de Cuentas, Castilla-La Mancha es donde más marcan la equis. En total, un 45% de los contribuyentes manchegos lo hacen. Le siguen de cerca La Rioja (44,9%), Extremadura (44%), Murcia (43,8%) y Castilla y León (42,2%). Las comunidades que menos rellenan la casilla son Canarias (25,95%), Galicia (24,9%) y Cataluña (17,43%). Sin embargo, esta última es en una de las que más crece la asignación a la Iglesia, al igual que en Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana.
Además, las mujeres suelen poner más la equis. Lo hace un 34,90% frente al 32,6% de los hombres.
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