Los vecinos de un distrito ugandés palían sus necesidades alimentarias comiendo langostas

  21 Febrero 2020    Leído: 585
Los vecinos de un distrito ugandés palían sus necesidades alimentarias comiendo langostas

Los residentes del distrito ugandés de Kitgum, en el norte del país africano, han paliado sus necesidades alimentarias aumentando las capturas de las langostas del desierto que han llegado por miles en las últimas semanas, en el marco de un brote sin precedentes en las últimas décadas en la zona este de África.

Uganda y Sudán del Sur han registrado ya enjambres del brote que ha afectado principalmente a Etiopía, Somalia y Kenia. La ONU y las ONG han advertido de una grave crisis alimentaria en toda la zona si no se ataja cuanto antes la creciente presencia de esta destructora especie.

Kutansia Anena, de 60 años, cuenta que estos insectos ya sirvieron en otra época como alimento y ahora la tradición se retoma en varias aldeas de Kitgum. De hecho, han sido los ancianos de la zona quienes han trasladado a las nuevas generaciones las técnicas para hervir, secar al sol y freir las langostas antes de ingerirlas, según los testimonios recogidos por la radio ugandesa URN.

"Nuestros abuelos nos dijeron que estos insectos se comían en el pasado. Ahora hemos decidido capturarlos para probarlos", ha afirmado Christine Abalo, madre de cinco hijos y, como tantas otras familias de las zonas, desesperada por buscar comida.

"No hay alimentos porque las cosechas se han secado. Esto nos ayudará durante un tiempo", ha explicado Abalo. De hecho, la llegada de la que está considerada como la especie migratoria más destructiva del mundo podría complicar las cosas --un enjambre de un kilómetro cuadrado puede comer al día lo mismo que 35.000 personas--.

Otros vecinos, como Beatrice Alanyo, prefieren esperar para "saber si es seguro o no" comer langostas. "Tenemos miedo de comerlos porque hemos oído que han sido rociadas con químicos", ha contado, en alusión a las fumigaciones llevadas a cabo por autoridades de la zona para evitar lo que va camino ya de convertirse en una plaga, informa el diario 'Observer'.

Un portavoz del distrito, John Bosco Komakech, ha asegurado que las langostas en el caso del distrito de Kitgum son aptas para el consumo, ya que todavía no han sido fumigadas, aunque ha advertido del riesgo de injerir otras donde sí se han llevado a cabo campañas de exterminio, especialmente las que han caído ya muertas al suelo. 


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