El sustituto de un peligroso químico en plásticos puede ser igual de perjudicial para la salud

  21 Febrero 2020    Leído: 806
El sustituto de un peligroso químico en plásticos puede ser igual de perjudicial para la salud

Cuando distintos estudios demostraron que el bisfenol A puede tener efectos negativos en la salud, las compañías recurrieron a agentes alternativos para desarrollar productos de plástico.

Los productos de plástico desprovistos del químico bisfenol A podrían ser tan perjudiciales para la salud humana, incluso para un cerebro fetal en desarrollo, como los que contienen el controvertido compuesto, advierte un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Misuri y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Cuando varios estudios demostraron que el bisfenol A, usualmente abreviado como BPA, puede contribuir al aborto espontáneo, así como a desarrollar enfermedades placentarias, o afectar a la salud después del nacimiento, las compañías recurrieron a químicos alternativos para fabricar objetos de plástico. A menudo, estos productos, como botellas de agua y envases de alimentos, aparecen etiquetados en los supermercados como 'libres de BPA' para subrayar que evitan el riesgo que plantea este químico pueda la salud.

Sin embargo, la nueva investigación alerta que estas alternativas químicas, como el bisfenol S (BPS), tampoco son seguras para la salud.

Amenaza para el desarrollo del cerebro fetal

Los autores de la investigación examinaron los efectos de BPS en la placenta de un ratón, de estructura similar a la humana, ya que este órgano efímero —explican los científicos— sirve como 'registro histórico' de lo que afronta el feto mientras está en el útero, pudiendo transferir al niño en desarrollo cualquier sustancia a la que la sangre de la madre pueda estar expuesta, incluidos productos químicos nocivos.

Tanto en ratones como en humanos, la placenta sirve como fuente primaria de serotonina, un químico natural que suele asociarse con el sentimiento de felicidad, pero que, además, puede afectar a las funciones de una persona, incluidas sus emociones y actividades físicas como dormir, comer y digerir los alimentos.

Los investigadores concluyeron que tanto el BPA como su sustituto, el BPS, tienen la capacidad de reducir la producción de serotonina en la placenta, lo que puede comprometer el desarrollo del cerebro fetal y provocar consecuencias para su salud a largo plazo. RT


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