La cantidad de grasa que almacenan las células cancerosas puede determinar la agresividad de la metástasis. Se sabía que las células cancerosas almacenan grasa en pequeñas vesículas intracelulares. Ahora, un estudio que se publica en «Nature Communications», señala que las células tumorales cargadas con lípidos –grasas- son más invasivas y, por lo tanto, más propensas a formar metástasis.
El grupo de Olivier Feron, del Instituto de Investigación Clínica y Experimental de la Universidad de Lovaina (Bélgica) estudia el vínculo entre el almacenamiento de lípidos y la metastatización. Gracias a su trabajo, se ha identificado un factor llamado TGF-beta2 como el ‘interruptor’ responsable tanto del almacenamiento de grasas como de la naturaleza agresiva de las células cancerosas.
Además, parece que ambos procesos se reforzaban mutuamente. De hecho, al acumular lípidos, más precisamente ácidos grasos, las células cancerosas almacenan reservas de energía, que luego pueden usar si es necesario durante su proceso metastásico.
Se sabe que la acidez encontrada en los tumores promueve la invasión de las células cancerosas del tejido sano. El proceso requiere el desprendimiento de la célula cancerosa de su sitio de anclaje original y la capacidad de sobrevivir en tales condiciones (que son fatales para las células sanas).
Al acumular lípidos, más precisamente ácidos grasos, las células cancerosas almacenan reservas de energía, que luego pueden usar si es necesario durante su proceso metastásico
Ahora, los investigadores demuestran que esta acidez promueve, a través del mismo 'interruptor' de TGF-beta2, la capacidad invasiva y la formación de vesículas intracelulares de lípidos. Y son precisamente estas vesículas las que proporcionan a las células invasoras la energía necesaria para moverse y soportar las duras condiciones encontradas durante el proceso de metastatización. Es decir, como un alpinista que gracias a la alimentación y a un equipo necesario es capaz de llegar a la cumbre a pesar de las complejas condiciones climáticas.
Los resultados, apunta Feron, sugieren nuevas vías terapéuticas gracias al descubrimiento de los diferentes actores involucrados en la metástasis que actores pueden ser dianas para fututas terapias.
El profesor Feron y su equipo demuestran que es posible reducir la invasividad tumoral y prevenir metástasis utilizando inhibidores específicos de la expresión de TGF-beta2, pero también compuestos capaces de bloquear el transporte de ácidos grasos o la formación de triglicéridos. Entre estos últimos hay nuevos medicamentos que se están evaluando para tratar la obesidad.
Los expertos creen que sus resultados podrían contrarrestar el desarrollo de metástasis, que es la principal causa de muerte entre los pacientes con cáncer.
abc
Etiquetas: células cancerosas metástasis