"La votación salió 51 de 84 (diputados) y en estos días la Junta Nacional de Drogas (JND) va a tener que formular la reglamentación correspondiente y luego tiene que reglamentar la ley el Poder Ejecutivo", confirmó el legislador del gobernante Frente Amplio (izquierda) a esta agencia.
La novedosa norma regula las actividades tendientes a distribuir, comercializar, vender, ofrecer o suministrar a título gratuito, promocionar, patrocinar o publicitar bebidas alcohólicas y es la tercera experiencia en ese sentido que atraviesa Uruguay luego de regular el tabaco, en 2006, y la marihuana, en 2013.
La norma que prohíbe fumar en espacios cerrados, aumenta la carga impositiva de cigarros y tabaco suelto y advierte en las cajillas sobre los daños, ha hecho disminuir la prevalencia del consumo desde el 30% a 19,4% en los últimos 13 años.
La ley que habilita el autocultivo de cannabis y su venta en farmacias, en tanto, logró arrebatarle al narcotráfico unos 30 millones de dólares desde su implementación, según las autoridades.
No obstante, el debate sobre la regulación del alcohol tiene una diferencia de sus antecesores que es el carácter abierto de la discusión previa a la sanción, donde todos los actores involucrados fueron parte de las negociaciones.
Los legisladores opositores protestaron el martes por el apuro con el que el oficialismo votó esta norma que había recibido media sanción del Senado en julio pasado.
Entre los argumentos centrales del proyecto que atiende al consumo de alcohol se resalta que "las dificultades de fiscalización de la venta a menores y el control sobre los locales de venta, sumado a la gran cantidad de pautas y auspicios publicitarios de estas bebidas y otros factores de contexto, favorecen la problemática situación respecto a nuestros patrones de consumo".
Sabini explicó que la primera señal de la nueva ley que verá la población será la creación de un registro de vendedores de alcohol para el cual los comercios tendrán la obligación de inscribirse sin costo.
"El segundo efecto tiene que ver con el cambio en las pautas publicitarias, que si bien en términos generales se puede decir que hoy se cumple, la ley establece en forma más taxativa la prohibición del mensaje del alcohol asociado al éxito personal, económico y social en las publicidades y éstas tampoco pueden estar dirigidas a personas menores de 18 años", explicó Sabini.
Luego de diversos reclamos del sector empresarial, los diputados que promovían el proyecto aceptaron modificar algunos artículos que generaban controversia, en particular, el que prohibía "la realización de concursos, torneos o espectáculos públicos, con o sin fines de lucro, que promuevan la ingesta de bebidas alcohólicas, con excepción de las modalidades de cata o degustación".
"El espíritu del proyecto no era prohibir las fiestas tradicionales relacionadas con bebidas alcohólicas como la de la Vendimia en Las Piedras (departamento de Canelones, sur) o la semana de la cerveza en Paysandú (este) o la fiesta de la cerveza en Parque del Plata (Canelones, sur); sí, en cambio, estarán prohibidos los concursos de consumo asociados a la promoción del consumo abusivo de alcohol", amplió el diputado.
Asimismo, quedan exceptuadas de la prohibición las catas y las degustaciones típicas, tanto en el ámbito de la cerveza como del vino.
La iniciativa busca aumentar la percepción del riesgo del consumo abusivo de alcohol, retrasar la edad de inicio, disminuir la tolerancia social respecto al consumo excesivo y asegurar la accesibilidad a servicios de salud y surge de una iniciativa que el propio presidente Tabaré Vázquez tuvo en 2015, dos años antes de presentarlo al Congreso.
La última encuesta permanente de hogares da cuenta de que Uruguay presenta un consumo algo por encima del promedio mundial, 6,8 litros de alcohol puro per cápita anuales en mayores de 15 años, con el problema más grave entre jóvenes y adolescentes.
La encuesta nacional sobre consumo de drogas en estudiantes de enseñanza media realizada en 2016 dice que ocho de cada 10 jóvenes de entre 13 y 17 años asumen que por lo menos una vez en su vida han consumido bebidas alcohólicas y siete de cada 10 lo hicieron en el último año.
Sputnik
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