En el marco de una campaña titulada “No exporten problemas de Europa a África”, un grupo de ONG europeas y ganaderos africanos han exigido a la UE que revise su política de exportación de leche en polvo desnatada a África por “competencia desleal”.
Para reducir la superproducción de leche, la Unión Europea la exporta a África, lo cual, según los mencionados demandantes no es ninguna “ayuda”, ya que arruina a los ganaderos africanos en beneficio de los monopolios alimentarios europeos.
La mala conciencia europea envía “ayuda” a África en forma de “leche desnatada en polvo” que no es tal porque está reprocesada con aceite de palma, menos beneficioso desde el punto de vista nutricional, y 12 veces más barato que la grasa de la leche, han censurado.
Los agricultores franceses han iniciado una acción de bloqueo de refinerías en protesta por la masiva importación de aceite de palma, 11 de junio de 2018.
La causa contra el aceite de palma por sus efectos sobre la salud lleva abierta bastantes años. El argumento principal ha sido –y sigue siendo–, su perfil lipídico: es decir, la naturaleza de los ácidos grasos que lo componen. Básicamente es una grasa especialmente rica en ácidos grasos saturados, directamente vinculados con el incremento de distintas enfermedades metabólicas.
La Unión Europea autoriza las exportaciones de leche en polvo falsa reengrasada con aceite de palma. Estos productos se comercializan en Burkina Faso, Senegal, Nigeria y otros países de África occidental, donde se venden un 30 % más baratos que la leche local.
Los productos importados desde Europa engañan al consumidor con un empaque casi similar a un producto 100 % de leche de vaca, y compiten con los productores locales de lácteos y los matan lentamente.
Ante tal coyuntura, algunos ganaderos africanos han decidido tomar acciones, por ejemplo, han creado una etiqueta para valorar la leche local en el mercado.
HispanTV
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