"No hay otra salida", explicaba a elEconomista.es un destacado dirigente socialista, para apostillar que "es el momento de cambiar el no es no de Pedro Sánchez", porque, ir a unas nuevas elecciones "sería suicida".
Corroborando estas afirmaciones, miembros del Grupo Socialista próximos a la gestora confirmaban también que la intención de la nueva dirección es pactar con el Partido Popular el apoyo del PSOE a los Presupuestos Generales del Estado para 2017 y las medidas económicas urgentes para cumplir los compromisos de déficit público acordados con Bruselas, además de garantizar la financiación autonómica y la revalorización de las pensiones y los sueldos públicos.
Este apoyo socialista a las medidas económicas tendrá como base los pactos que tanto el PSOE en marzo, como el PP tras los comicios de junio, cerraron con Ciudadanos, y en los que una gran mayoría de los puntos acordados en ambos casos eran coincidentes, especialmente en los grandes temas.
El calendario que manejan tanto en el PSOE como en la cúpula del Partido Popular es que Rajoy sea investido como muy tarde el viernes 29 de octubre, para que en la primera semana de noviembre pueda haber ya un Gobierno con plena capacidad ejecutiva, lo que permitiría aprobar las nuevas cuentas del Estado antes de final de año.
Para ello, el equipo de Javier Fernández está trabajando ya en un "memorándum de negociación con el PP", que se aprobaría en una reunión del Comité Federal prevista para después de la festividad del 12 de octubre, Día Nacional.
No humillarán a Sánchez
Lo que también tienen decidido la Gestora y los barones es que en ningún caso las decisiones del Comité Federal se van a someter a consulta de los militantes, ni la abstención ni tampoco el memorándum sobre los pactos económicos.
Igualmente la decisión mayoritaria de la nueva dirección es que la abstención del Grupo Socialista será en bloque, descartando fórmulas como la libertad de voto. Admiten, eso sí, que "no se va a humillar a Pedro Sánchez" y tanto al ex secretario general como a su lugarteniente César Luena se les permitiría, si así lo piden, votar en contra o, simplemente, no acudir al Pleno de Investidura de Rajoy. Preocupa también la posición del PSC, pero se espera que al final los socialistas catalanes mantengan la disciplina.
En paralelo a los movimientos en el PSOE, en la cúpula del Partido Popular se trabaja ya para preparar la investidura (ver elEconomista del 4 de octubre) y se descarta totalmente la opción de nuevas elecciones en diciembre, siempre que el PSOE mantenga el compromiso de apoyar los Presupuestos.
Es cierto que existen algunos núcleos que, alentados por las encuestas y la debilidad socialista, están reclamando ir a las urnas, pero la actitud mayoritaria es apostar por "la prudencia", como defendió el propio Mariano Rajoy en el Comité de Dirección, y "por la lealtad institucional y resolver cuanto antes la situación de anormalidad institucional del país".
Ayer, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, insistía en que "España necesita un Gobierno que tenga capacidad de gobernar y un legislativo que tenga capacidad de legislar", para añadir que en el PP "no estamos en la tesis de las nuevas elecciones, al revés". Para Hernando, ahora hay "esperar" a que el PSOE cambie de opinión sobre la investidura de Rajoy y apuntó que el PP "va a contribuir a ello".
En este punto, recordó que los Presupuestos del Estado son "un elemento esencial de política económica" y que su deseo es entenderse también con otras formaciones para que se puedan aprobar.
EcoDiario.es
Etiquetas: