A un exalcohólico de Gales, en el Reino Unido, le bastó ver una foto de sí mismo, maltrecho y herido por consecuencia del alcohol, para finalmente comprometerse a dejar la bebida, recoge el portal WalesOnline.
Gene Davis, de 47 años, había luchado contra el alcoholismo durante décadas; prácticamente desde que comenzó su vicio en la adolescencia, cuando pertenecía a una banda de rock. El consumo en exceso, aproximadamente de una botella y media de whisky al día, le costó múltiples trabajos, relaciones personales y su matrimonio.
Pero un día llegó a un punto de inflexión, al mirar una selfi que se hizo tras un incidente que casi pone en peligro su vida. La bebida había hecho que fuera expulsado de su hogar, por lo que se vio obligado a quedarse en la casa de un amigo. Allí le ofrecieron dormir en la cama superior de una litera en la habitación de invitados.
Davis recuerda haberse quedado profundamente dormido después de beber unas copas de vino. Despertó en medio de la noche para ir al baño, pero olvidó que se encontraba a casi dos metros de altura y se "lanzó al suelo como una piedra".
En su caída, tumbó una cómoda con su cabeza. Tambaleándose, logró llegar al baño para ver en el espejo lo que se había hecho. Descubrió que tenía un corte profundo en el cuero cabelludo y que podía ver su cráneo.
Davis fue internado y atendido por médicos que suturaron su herida. A la mañana siguiente decidió mirar las fotos que se tomó después de su caída, donde se le ve con los ojos hinchados y moreteados, aparte de una serie de heridas con sangre en la frente. Esas imágenes lo condujeron finalmente a alejarse del alcohol. Actualmente, Davis lleva 18 meses sobrio.
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