Previamente se informó que la aerolínea canadiense prolongó la suspensión de vuelos de los 737 MAX hasta el 8 de enero del año siguiente.
Air Canada, que cuenta con 24 aviones de este modelo, decidió mantenerlos en tierra tras dos catástrofes aparentemente similares —en marzo pasado en Etiopía y en octubre de 2018 en Indonesia— que causaron la muerte de un total de 346 personas.
Los accidentes provocaron una cascada de suspensiones por parte de aerolíneas y reguladores del transporte aéreo, dejando en tierra la flota global de los 737 MAX y provocando un desplome de las cotizaciones de Boeing en la bolsa.
Ambos accidentes ocurrieron a los pocos minutos del despegue y los datos de las cajas negras indican que los pilotos lucharon con el sistema de control de vuelo.
La investigación preliminar apunta a que los pilotos tuvieron dificultades con el software del estabilizador MCAS (siglas en inglés de Sistema de Aumento de las Características de Maniobras) y no lograron retomar el control de la aeronave.
Sputnik