El peor enemigo de los océanos no es el que piensas

  25 Septiembre 2019    Leído: 644
El peor enemigo de los océanos no es el que piensas

Cada día la humanidad arroja toneladas de desechos plásticos hacia los cursos de agua. Pero no es lo único por qué preocuparse: los millones y millones de colillas de cigarrillos arrojados cotidianamente intoxican el agua y provocan la muerte de peces y tortugas.

En los últimos años la preocupación por la salud de los océanos suele centrarse en los efectos devastadores de las bolsas plásticas, que contaminan el agua y provocan la muerte de diversas especies marinas. Pero también existe un enemigo, igual o más despiadado, y que no detiene su marcha: las colillas de cigarrillos.

Se estima que en el mundo hay unos 100.000 millones de fumadores y que cada año fuman más de 5,5 billones de cigarrillos. La gran mayoría de ellos tienen colillas hechas de acetato de celulosa que, en general, son arrojadas con restos de tabaco y nicotina. El acetato hace que los filtros no sean biodegradables, al tiempo que los restos de tabaco sí se degradan y contaminan el suelo y el agua.

El alto consumo de tabaco hace que las colillas sean el objeto más desechado en el mundo, siendo el desperdicio más encontrado en las limpiezas de playas, parques o diversos espacios abiertos.

La masiva presencia de colillas al aire libre hace que muchas veces sean consumidas accidentalmente por peces, tortugas, aves y otras especies marinas, según advierte el 'Proyecto Contaminación por Colillas de Cigarrillos', una organización estadounidense dedicada a promover la información sobre la gravedad de este tipo de desechos.

La misma organización consigna que incluso existen evidencias de niños intoxicados con colillas de cigarrillos en EEUU, muchos de los cuales presentaron síntomas de envenenamiento con nicotina.

La gravedad del problema multiplicó la cantidad de organizaciones y movimientos especialmente preocupados por el tema, como CigarretteLitter.org. De acuerdo a su sitio web, la lluvia logra llevar las colillas hacia los cursos de agua, donde los químicos tóxicos que contienen acaban contaminándolos.

Clean Ocean Action, otra organización dedicada a la tarea, consigna que en una jornada de su programa de limpieza de playas en Nueva Jersey, sus voluntarios recogieron 21.998 colillas en tan solo seis horas y advierte sobre el problema de que arrojar restos de cigarrillos al ambiente siga siendo más 'aceptable' por las personas que otras formas de contaminación.

A medida que los filtros se convierten en microplásticos, se vuelven más propensos a ser comidos por animales marinos, que los confunden con alimentos. En una entrevista con National Geographic, el epidemiólogo de la Universidad de San Diego Thomas Novotny graficó la magnitud de la peligrosidad: tan solo dos colillas de cigarro bastarían para matar a un pez en un espacio de 2 litros de agua.

La preocupación por la contaminación por colillas de cigarros se volvió oficial en Australia. La Autoridad de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de la región de Nueva Gales del Sur implementó un programa para concientizar sobre este peligro y reducir los desechos de cigarrillos.

Un estudio hecho en 2017 por ese programa detectó que el 52% de los fumadores observados en la región arrojaban sus colillas luego de fumar y concluyó la importancia de concientizar a los fumadores sobre la importancia de no desechar al suelo las colillas. Sputnik


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