Aún no se conoce la cantidad, pero será de varios millones de dólares. Google tiene que pagar una multa al Gobierno de EE UU por no haber tomado las medidas adecuadas para que los menores de edad no tengan acceso a imágenes inapropiadas en YouTube. Además, cuando los niños accedían a estos contenidos, el gigante tecnológico recopilaba sus datos para dirigir anuncios a los menores a través de su plataforma y sacar rendimiento económico. Esta multa llega solo cuatro meses después de que la Comisión Europea castigara a Google con una sanción de 1.494 millones de euros por “abusar de su posición dominante” en el mercado publicitario online durante diez años mediante su plataforma Google AdSense.
El acuerdo se alcanzó el pasado viernes con la aprobación de los tres miembros republicanos de la Comisión Federal del Comercio (FTC), y rechazado por los dos demócratas. Las próximas semanas será ratificado por el Departamento de Justicia que se limita a aprobar este tipo de pactos sin realizar modificaciones.
El pleito se remonta a abril del año pasado, cuando 23 grupos en defensa de los derechos de los niños denunció ante la FTC que el gigante tecnológico recopilaba información personal de menores de 13 años, incluyendo la ubicación, identificadores de dispositivo y números de teléfono, y los rastreaba sin su consentimiento.
En un principio, el buscador más famoso de internet se defendió de estas acusaciones alegando que la plataforma de YouTube es solo para mayores de 13 años, sin embargo, los demandantes consideraban que no existen mecanismos de control para aplicar esta política e impedir el acceso de los más jóvenes a la plataforma. “Solo hay un tipo de control. La primera vez que un usuario entra en YouTube te preguntan si eres o no mayor de edad. Se puede aceptar y continuar y si hay un error, solo hay que contestar que sí al entrar a la plataforma desde cualquier otro navegador”, comenta Eusebio Nieva, director técnico de Check Point en España y Portugal.
El gigante tecnológico recopilaba información personal de menores de 13 años, incluyendo la ubicación, identificadores de dispositivo y números de teléfono, y los rastreaba sin su consentimiento.
La única forma de controlar los contenidos a los que acceden los menores es que los padres inserten técnicas de filtrado de URLs. “Es el denominado control parental que se hace a partir de URL filtering o filtro de sitios web”, apunta Nieva.
Aparte de la plataforma, Google tiene una aplicación dedicada exclusivamente a niños llamada YouTube Kids (YouTube Niños) que lanzó en 2015 y que está diseñada para mostrar contenido y anuncios apropiados para los menores.
La plataforma de vídeos está considerando quitar todos los contenidos infantiles de su portal principal y traspasarlos a la app para niños en respuesta a la polémica. Todos los contenidos protagonizados por niños o que vayan dirigidos a menores pasarían a la aplicación YouTube Kids, de esta manera la probablemente evite nuevos enfrentamientos con la FTC.
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