"Tendré arrugas y ya tengo algunas. Una tiene que aceptar la idea de envejecimiento y del cuerpo en cada etapa y simplemente celebrarlo", comentó Irina en una entrevista con la revista Harper's Bazaar.
La modelo no planea someterse a cirugías estéticas, pero no juzga a quienes optan por los tratamientos.
"Si alguien quiere inyectarse los labios porque se siente mal, que Dios le bendiga. Yo no juzgo a nadie. Pero siempre promuevo la belleza natural porque creo que vivimos en este mundo perfecto donde todos quieren ser perfectos. Pero yo no soy perfecta. A veces tengo doble mentón. La perfección no existe", dijo.
Irina agregó que no le importa que la gente a veces especule sobre su apariencia y diga que se hace inyecciones para, por ejemplo, aumentar el volumen de los labios. La modelo simplemente se ríe de ello y recomienda a los demás tomar esas cosas con calma.
"No quiero decir que esto me haga feliz, pero creo que en esta vida hay que tener sentido del humor. (…) Algunas personas te van a querer, otras te van a odiar. Realmente no afecta mi vida", indicó.
Después de separarse este año de Bradley Cooper, la modelo todavía sigue soltera y se dedica a su hija y al trabajo.
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